Natalia Rosado vuelve al motocross tras un año para olvidar -entrevista-

natalia rosado

Natalia Rosado Benito, como muchas pilotos, tiene un sueño: ser campeona del Mundo. Un pensamiento general, pero que en su caso tiene un doble factor, ya que antes de pensar en ello, lo que quiere es mantenerse sobre la moto de forma constante. A sus 18 años ya sabe de buena tinta cuál es el peaje a pagar en esto del motocross. En los últimos meses lo ha pasado mal, pero ha luchado contra viento y marea para regresar a este deporte que tanto le apasiona. Si las cosas no van sobre ruedas, ya tiene plan B y por ello está en primero de carrera de marketing… salida profesional que le gustaría decantar hacia las motos… claro está.

Nos reencontramos en el paddock del Mundial de Madrid y tras una breve charla nos emplazamos a llamarnos para que me explique un poco más de su historia.

Lejos de ser la tímida joven a la que entrevistamos en el pasado, Natalia se muestra firme ante todas y cada una de las preguntas para conseguir este resultado…

No, antes de entrar en materia quiero remarcar su último Whatsapp después de nuestra larga charla telefónica: “Por favor, si puedes, pon que quiero dar muchos ánimos a Antonio Gallego Ramos”… Voilà Natalia, queda dicho… le transmitimos tu apoyo, como el de todo el mundo del motor, que echa mucho de menos al siempre sonriente piloto murciano.

Hola Natalia… hemos seguido estos meses de lucha por tu lesión de espalda mediante tus redes sociales… ha tenido que ser muy duro… Vayamos un poco más atrás… explícanos ¿a qué edad empiezas a ir en moto y por qué?

Mi padre hacía motocross a nivel amateur y yo empecé a rodar a los 3 años. La verdad es que siempre he estado rodeada de motos. Me compraron una moto de motocross después de empezar con una de trial… me daba miedo el sonido y lo dejé más o menos hasta los 6 años. Y ya a los 7 empecé a competir.

¿Y por qué vuelves? ¿Desaparece el miedo o empiezas con más ganas?

Fui a ver una carrera que hicieron en Madrid, en Valdemorillo, el RedBull Give Me Five, donde estuvo Jorge Prado y muchos otros pilotos de renombre…, y desde ese momento dije ‘papá, quiero competir’.

¿Y a qué edad empiezas a competir?

Sobre los 7 hice mi primera carrera, ya estuve entre las tres primeras, pero no entendía muy bien lo del podio ni nada, pero bueno, subí.

Y en tus inicios… ¿competías siempre contra chicos?

Sí, siempre contra chicos hasta el Campeonato de España, hasta los 14 años.

¿Qué motos llevabas y en qué cilindradas y competiciones estabas durante esos años?

Yo pasaba bastante rápido de categoría, porque soy bastante alta y todas las motos se me quedaban pequeñas. He tenido 65, KTM,… cuando pasé a 85 pasé a KTM, pero luego con Motos Arribas pasé a Husqvarna y estuve compitiendo básicamente en el Campeonato de Madrid y en todas las Copas que hacían, y en el Campeonato de Castilla y León. Y en 85 también hice alguna carrera del Nacional. Y luego cuando cumplí los 14 años di el salto a la 125 en el Campeonato de España.

¿Cuáles han sido tus mejores resultados en el Campeonato de España?

El primer año, que fue 2020, el año de la pandemia, hice cuarta en el Campeonato, pero hay que recalcar que desde 2019 o así no he conseguido terminar una temporada completa debido a que he tenido un montón de lesiones.

Y llegamos a la peor lesión que has tenido, que es la de la temporada pasada.

El año pasado vine de entrenar con Iker Larrañaga en Portugal en Semana Santa, era cuando abrían el circuito del Xanadú para probarlo, y yo fui a entrenar de cara al Mundial de Madrid. En un salto, me quedé corta y no me acuerdo mucho, pero lo que me dijeron es que había un montón de barro, me quedé corta y salí de cabeza y me rompí dos vértebras y varias costillas…  

Y tienes que pasar por el quirófano.  

A las dos semanas me hicieron una operación para ponerme diez tornillos y dos barras. Me opera la doctora Felisa Mariscal en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles. Todo salió bien y me pusieron un corsé que me cubría el cuello y toda la espalda y que tuve que llevar durante tres meses. Fue una época complicada y de mucho trabajo junto a los profesionales de Fisio Reydes.

¿Cuándo te quitan el corsé y cuándo puedes empezar a hacer vida medio normal?

Pues durante esos tres meses que tenía el corsé no podía hacer nada, porque solo me lo quitaba para dormir… realmente no podía hacer nada. Entonces me lo quitaron en julio del año pasado y estuve ese verano solamente haciendo bici porque era lo único que me dejaban. Luego ya a los 8 meses, sobre octubre o noviembre, me dejaron empezar a correr, cuando más o menos se habían soldado las vértebras. También empecé bastante fuerte con el gimnasio, que es algo que siempre me ha faltado en la competición. Yo pensaba que en el motocross solo era técnica, pero no. Así que mucho gimnasio, mucho músculo, y estuve así hasta marzo, cuando me operaron para sacarme todos los tornillos. Y ya volví montando en bici y ahora llevo en moto casi un mes.

Y empiezas a entrenar otra vez, a entrenar suave, de momento a tu aire y sin objetivos de volver a la competición… ¿o cómo lo tienes?

Todavía no tengo el alta al cien por cien, pero sí que me dejan rodar para volver a coger físico y para ver cómo están las vértebras y la espalda. Tampoco me dejan saltar ni nada, pero algún saltito pequeño sí.

¿Cómo te estás sintiendo, ahora?

La verdad es que muy bien. Pensaba que me iba a molestar, pero con todo el trabajo que he hecho con mi entrenador y con Fisio Reydes, no me molesta para nada la espalda.

Por tanto, ¿nos podemos poner una fecha para regresar o al menos para empezar a entrenar duro sobre la moto?

La próxima cita que tengo con el traumatólogo es en un mes y medio. Me dijeron que, cuando terminase de soldar, ya podría empezar a hacer motocross de verdad. Y la competición, pues podría llegar por ejemplo al Mundial de Lugo sí, pero meterte en un Mundial sin haber entrenado es de locos. Entonces, en la competición espero llegar para la segunda parte de la temporada, en Calatayud.

Caídas, operaciones… ¿no te has planteado alguna vez dejar el motocross o en tu casa te han invitado a que lo dejes?

Sí, sí, las dos partes. A ver, mi familia, mis abuelos, no son muy partidarios del motocross: Sí que les gusta que lo haga, que haga deporte, pero no les gusta la parte de las caídas y siempre me han estado diciendo que lo deje, que haga otra cosa. Pero como nunca había tenido una lesión tan fuerte… bueno, me exploté el bazo, también, pero ha sido con esta caída cuando realmente he visto el peligro y sí que he estado mucho tiempo pensando en hacer otra cosa, o sea, en dejar el motocross. Pero al final, nada.

¿Y qué te empuja a continuar en el mundo del motocross?

Mis amigas de las motos y en general todo el mundillo del motocross… Las caídas son una gran parte de motocross, pero al final, una vez estás aquí dentro y ves a toda esta gente es lo que te empuja a continuar. Por ejemplo, gran parte de culpa de que siga en esto es de la familia Izaguirre, toda la familia de Fisio Reydes, mi familia… entre todos han hecho que tenga muchas ganas de continuar.

¿Cuál es tu objetivo, cuál es tu sueño? ¿A dónde te gustaría llegar?

Pues mi sueño es obviamente ser campeona del mundo y de España, y tener la vida de una piloto profesional… y sé que puedo llegar, pero nunca he tenido una constancia, porque en, a lo mejor cinco años, he entrenado solo un cómputo de ocho meses, por todas las caídas que he sufrido. Uno de mis sueños principales es el de poder ser constante en los entrenamientos y en la competición.

Cuando vuelvas a entrenar duro, que esperemos que sea pronto, ¿volverás a entrenar con Iker?

Sí, siempre con Iker, porque es una parte muy especial… Siempre he estado ahí, vino a verme al hospital… se aprende mucho con él y me motiva un montón.

Puedes compaginar las motos y los estudios, pero si no saliera el mundo de las motos o vieras que lo tienes que dejar algún día, ¿hacia dónde te gustaría llevar tu profesión?

El marketing ahora mismo está en todos los lados, y me gustaría tener mi propio equipo de motocross y mi empresa, por así decirlo. Este sería mi plan B, entre comillas.

En la primera del Nacional Femenino, en Malpartida (Cáceres), había más de 20 pilotos en la parrilla de salida. Esto está creciendo. ¿Qué te parece?

Pues me parece estupendo, porque ha habido carreras en las que he corrido con tres chicas en el Campeonato de Castilla y León, y bueno, en el Nacional con ocho o nueve, y que las chicas se vayan animando es una cosa muy importante, porque al final el nivel se ajusta bastante y siempre vas a tener a alguien con quien pelear. Me parece una cosa muy buena.

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