Elías Escandell, ahora sí, parece que ve la luz al final del túnel. El piloto ibicenco recibió ayer el alta, a manos de la Doctora Isabel Guillén, por lo que deja atrás la fractura de fémur sufrida a inicios de marzo que le ha mantenido en el dique seco durante tres meses. Un trimestre en el que se han disputado siete pruebas ya del Campeonato de Europa de 250cc.
Esta semana, según nos ha informado el propio piloto, debe mantener una reunión con su equipo, el Ghidinelli KTM, para establecer la hoja de ruta a seguir lo que resta de temporada. «En Letonia este fin de semana no estaré, porque ya llegamos tarde, pero intentaremos reaparecer en Gran Bretaña o en Finlandia», nos explica.
La situación de su estructura tampoco ayuda en estos momentos. Y es que estar en un equipo pequeño y que sus tres integrantes hayan estado hasta ayer lesionados complica los planes para todos. Alexis Fueri se fracturó cúbito y radio entrenando antes del EMX250 de Alemania, mientras que Brando Rispoli se dañó un tobillo en la parada francesa de Ernée.
Vuelva cuando vuelva, la excelente noticia es que ya puede ponerse sobre su KTM a las órdenes de su preparador Iker Larrañaga en busca de volver a recuperar su mejor versión. «He estado montando en bici y haciendo mucho gimnasio mientras me estaba recuperando en Fisio Reydes, pero ahora hay que volver a coger las sensaciones sobre la moto, porque no es lo mismo hacer deporte que pilotar. Me encuentro bien, las sensaciones son buenas, aunque, como es normal, hay molestias cuando salgo a correr, por ejemplo, pero que cada vez son menores».
Ahora solo falta que se esclarezca su vuelta a la competición para volver a ver en acción al que el año pasado, en su temporada de rookie, consiguiera acabar el siempre exigente Europeo de 250cc en duodécima posición muy cerca del Top 10.