Quizás sea la edito más fácil que me toque escribir, es tanta la felicidad que me produce ver a Jorge Prado como campeón del Mundo en la categoría reina del Mundial de MXGP que se me pasan por la memoria infinitos momentos que hemos vivido juntos.
Nos conocimos, en el 2011 en Saint Jean de Angely cuando acababa de ganar su primer título Mundial en la categoría 65cc. A partir de ahí han pasado grandes momentos y otros muy duros. Me acuerdo quedarme en su casa para poder hacer una sesión de fotos para la primera edición de esta revista, también fuimos a Italia cuando bajo un barrizal increíble debutó en el Europeo de 85cc. También estuvimos en Finlandia cuando el sueño de ganar en 85cc se fue al traste al romperse la tibia en los entrenamientos. A su vez, nos fuimos a California en su primera visita a tierras americanas para probar el Supercross, en Holanda cuando ganó el título del Europeo de 125, también en Assen cuando logró su primer podio mundialista asombrando al mismísimo Jeffrey Herlings. Cómo no, en los dos títulos Mundiales de MX2 y por supuesto este finde en Italia donde puso la guinda al pastel.
Lo que quiero decir es que somos unos privilegiados que hemos podido vivir en primera persona como se ha hecho historia y que hemos visto crecer desde hace muchos años a una estrella que siempre ha estado destinada a llegar a lo más alto.
Todo esto no habría sido posible sin el gran esfuerzo que he hecho el propio Jorge y
también toda su familia. Que lo han dejado todo para cumplir este sueño. Desde Jesús
y Cristina, pero sin olvidarnos de Cecilia. Ya más en la actualidad también Montse, que
se ha unido a la familia Prado para seguir y apoyar al chico de oro en las buenas y en las malas y soportando toda la presión que conlleva estar con un piloto que siempre está en el foco de atención de todos los medios y redes sociales
Por todo esto quería darle las gracias a Jorge por dejarme ser parte de esta historia que espero siga creciendo y que en los próximos años lleguen aún más títulos Mundiales.
¡¡¡Gracias!!!
