Samuel Tapia ha sido uno de los pilotos que ha hecho frente a la primera cita del Campeonato de Europa de 125cc en Cózar. Su estreno con el equipo Nacional de la RFME, al que ha entrado tras la lesión de Enzo Badenas, ha sido complicada. A la lluvia, el barro y un fallo mecánico se sumó la incertidumbre de no saber si podía disputar los entrenamientos cronometrados del sábado.
Y es que su nombre no aparecía en ninguno de los dos grupos del EMX125. Sus verificaciones técnicas y administrativas habían sido superadas con éxito, pero hasta pocos minutos antes de comenzar la sesión no recibió el visto bueno para entrar en competición. Se le pudo ver preocupado por la situación, aunque cuando se desencalló el malentendido salió a pista para lograr la P18 del Grupo 2 y colarse en las mangas de carrera. Su entrada en materia no fue positiva al tener que abandonar a las primeras de cambio por un fallo mecánico, se quedó sin embrague. Mucho mejor le fueron las cosas en la segunda carrera, en la que fue de menos a más y logró superar la meta en la P26.
Sin duda, esta temporada 2025 ha dado un paso al frente. A sus dieciséis años, el de Miajadas, Cáceres, es tercero en la clasificación general del Campeonato de España, pese a sumar dos 0.
Tras pasar anteriormente por estructuras como el Team Pavo o MadMotos, ahora está enrolado en Mequitec GasGas, donde comparte toldo con rivales de los que destaca su velocidad y buen hacer en carrera y compañerismo fuera de ella.
Uno de sus referentes es Jeremy Seewer, un piloto regular del que «me encanta como va encima de la moto y que es muy regular… siempre está ahí».
Hablamos con él en el macro charco en el que se convirtió el paddock del MXGP de Castilla La Mancha, un hecho del que mejor pasar página.

Buenas Samuel, ¿cómo fueron tus inicios en el mundo de las motos?
«A mi padre le gustaban mucho las motos de carretera y a los cuatro años me regalaron una moto china. A mí no me gustaba mucho eso de tumbar la moto y un día, después de ver una carrera de motocross en Malpartida de Cáceres, ya pedí una moto de cross. Me gustaban mucho los saltos, el barro… ahí empecé con esta disciplina».
Empiezas a ir en moto de motocross, a entrenar y ¿cuando te decides por competir?
Fue sobre los seis años, en el Campeonato de España de Supercross con una 50cc. Era una competición que todos íbamos con la misma moto, una KTM, y vestidos igual. Estaba siempre en las posiciones de atrás, pero, la verdad, es que me lo pasé muy bien, porque luego veía las carreras de supercross de los grandes y quería ser como ellos…».

¿Eres más de supercross o de motocross?
Para verlo tranquilamente desde fuera, de supercross. De hacerlo, de estar en pista y vivirlo en primera persona, de motocross claramente. El supercross lo veo muy técnico y difícil, pero a la vez me gusta mucho.
Eres un habitual desde las categorías pequeñas en el Campeonato de España…
Sí, comencé con 65cc y en mi último año conseguí ser subcampeón del Nacional. En esa categoría hice varias carreras del Europeo, luego ya no porque no iba tan rápido y yo para no ir bien no voy. En 85cc y las dos primeras temporadas de 125cc tuve muchas caídas y lesiones. Me fracturé la pierna, me rompí el radio. En esta última lesión, que fue en una carrera en Don Benito, me fui al suelo y me dolía todo menos la zona que al final me había dañado. Terminé la manga, fui a ver a los médicos y me dijeron que me había roto el radio, algo que no podía ni imaginar… No estuve mucho parado gracias a Miguel Quirós, de Fisio Reydes, que en una semana me arregló».
Tu entrada en el equipo de la RFME ha sido para cubrir una baja, ¿cómo viviste la llamada?
Me lo dijeron y estoy muy agradecido por la oportunidad que me están dando. Por mi parte, siempre doy lo mejor que puedo dar tanto dentro como fuera de la pista. Sé que estoy fuerte, pero, a lo mejor, me falta un poco de velocidad, algo en lo que tendremos que trabajar duro junto a mi nuevo preparador, Jonathan Márquez.
¿En qué ha cambiado tu pilotaje para ahora ir más rápido que antes?
Entreno todo lo que puedo… antes conducía muy rígido, con mucha presión, ahora lo que he cambiado es que he aprendido a ser más técnico y he corregido muchos errores que cometía antes. He cambiado mi preparación y mi preparador y creo que estamos avanzando.
¿Hasta dónde te gustaría llegar?
Primero acabar mis estudios de Bachillerato, que por el momento me van muy bien. Luego, si pudiera llegar a correr el Mundial ya sería casi el máximo a lo que aspiro ahora, hay que ir paso a paso, nos esforzaremos al máximo para conseguirlo».
Sin tiempo para el descanso, Samuel Tapia volverá a enfundarse la indumentaria del equipo de la RFME y a montar sobre su GasGas este mismo fin de semana en Francia. Un circuito de Saint Jean d’Angely que también se espera que esté complicado a consecuencia de las lluvias caídas en los últimos días.