No ha sido un adiós, ha sido un abrazo cálido a Enzo, a toda su familia y al motocross

enzo

Si costó el domingo, 7 de diciembre de 2025, no es menos lo que cuesta plasmar los sentimientos que ahora siguen latentes. Lo de hoy no ha sido un adiós, ha sido un abrazo cálido y toda una procesión de cariño a la familia de Enzo Badenas. Y digo que no puede ser una despedida, porque, aunque el tiempo corra, siempre va a permanecer en nuestros corazones. Y cuando recuerdas a alguien significa que nunca se ha ido. Nos lo podemos tomar como una llamada de atención a nuestro deporte, puesto que, a lo mejor, debemos de buscar soluciones. No voy a hacer un alegato de cómo hay que mejorar el cuidado de las vidas de nuestros pilotos… no soy nadie para hacerlo, pero posiblemente, en toda la lista de soluciones, la de la seguridad debería ser, estar y plasmarse en primera instancia.

Cuando suceden este tipo de tragedias me cuestiono muchas cosas. No soy el único, es algo de lo que, en las innumerables conversaciones que he tenido he podido sentir.

Sin embargo, no queda otra que seguir adelante disfrutando, trabajando y creyendo en que nuestro deporte forma a personas, crea buenas rutinas y transmite valores.

Una lástima que con sucesos así seamos el foco de atención de medios de comunicación generalistas. Informar deben… cuestionar sin conocer, igual no. Porque todos los deportes llevan al límite de la persona y, a veces, no sabemos o no podemos medir donde está. A la vez que todos los deportes y cualquier situación de la vida contiene un riesgo, algo que se escapa de nuestras manos.

Me quedo con esa frase, que debió decir alguien o me estoy inventado ahora, que dice… “sal y disfruta, esto es demasiado corto como para quedarte con las ganas…”. Pues corto ha sido para ti, Enzo, aunque sabemos que era tu ilusión, un sueño que se ha torcido en muy ingrato.

Gracias a todos y todas lo que he podido ver hoy, a los muchos que no he visto, pero han estado y, sobre todo, a unos padres y hermana que han luchado por un sueño y de lo que no deben arrepentirse jamás.

El 83 debería ser un número para comenzar a diseñar el motocross del futuro.

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