El actual campeón del mundo de MX2 fue segundo en la tabla de posiciones de MXGP hasta que se lesionó en Alemania. En el momento de escribir este reportaje, ha acumulado cuatro podios y una victoria en el Gran Premio de España, superando a sus experimentados compañeros de equipo, con los que conforma una de las escuadras más poderosas del paddock.
Ciertamente, Maxime Renaux ha firmado una muy buena primera mitad de temporada. A sus 22 años, ha estado acumulando puntos en el campeonato en ausencia de otras estrellas, pero eso no desmerece la inteligencia y la adaptación que ha aportado sobre la YZ450FM. Tras lo visto el año pasado, el francés siempre pareció el piloto con más posibilidades de hacer una buena transición fuera de MX2, y hasta el momento su rendimiento corrobora que está recorriendo un camino similar al de Romain Febvre en 2015, Tim Gajser en 2016 y Jeffrey Herlings en 2017. Y todos ellos ganaron el título o terminaron como subcampeones en su primera experiencia en MXGP.
Pudimos ponernos al día con Maxime durante unos 15 minutos. Como siempre, sus palabras fueron medidas y pensadas, sobre todo cuando las pronunciaba en su tercera lengua (su inglés es excelente, pero dice que su italiano es mejor). El año pasado descubrimos cómo parecía estar a punto de completarse como piloto –física, mental y estratégicamente– y ahora su carrera está comenzando a despegar de verdad.
¿Qué tal tu confianza? ¿Cómo podría compararse con la del año pasado?
Yo diría que bien. Mis resultados han sido bastante buenos para ser mi primer año con la 450. Estoy disfrutando mucho de mi tiempo y he tenido muy buenas batallas, mangas y puntos. Estoy segundo en el campeonato, así que creo que es una primera temporada muy fuerte hasta el momento, y quiero seguir así. No diría que mi confianza es como cuando lideras un campeonato, porque tener la placa roja y estar en la cima es una sensación aún mejor, pero me siento muy bien.
¿Tuvisteis al principio algunas dudas o inseguridades de cómo podía ir todo?
Siendo honesto, todo está transcurriendo con normalidad. Estoy entrando en una nueva categoría con nuevas motos y nuevos pilotos con los que no he corrido. Así que siempre surgen algunas preguntas. Sin embargo, estaba bastante seguro de poder hacerlo bien. El año pasado tuve que elegir entre quedarme en la 250 o pasarme a la 450, y tuve que vivir con ello. Me decanté por la 450 porque creía en mi capacidad y creía que podía estar delante. Podía haberme quedado en la 250, y no diría que era el camino más fácil, porque los chicos de MX2 empujan fuerte y es una dura batalla por el título, pero al menos sabes dónde estás y contra quién compites y conoces tu nivel. Pero decidí mirar hacia adelante e intentar perseguir mis sueños.
¿Has notado algún otro cambio desde que pasaste a MXGP?
Sí, realmente es como estar en la cima de la pirámide del motocross. No diría que tienes más presión, pero tienes más atención. Es diferente, pero no me centro en esto. Los principales cambios están en la pista, con la moto, es un tipo de motor diferente y un estilo de conducción diferente.
¿Aún queda mucho trabajo por hacer en cuanto a la transición o estas bastante contento?
Estoy contento, tengo que admitirlo, mentiría su dijera que no, aunque sé que no me encuentro al 100% y tengo más en potencial en la manga. Técnicamente puedo hacerlo mejor. En los días de carrera puedo pulir más mi técnica sobre la moto y concentrarme en mi estado físico. A veces quiero ir ‘demasiado rápido’, me centro demasiado en la velocidad y pienso en los minutos de carrera, y no lo suficiente en la estrategia. De momento estoy lidiando con ello, pero he notado cierta evolución desde el comienzo y estoy comenzando a mejorar. La moto es muy buena y continuamos progresando en ella, especialmente en las salidas. Siempre hay que intentar mejorar, e incluso si hubiera ganado todas las carreras disputadas este año tampoco estaría satisfecho del todo.
Es una forma difícil de vivir.
Sí, pero creo que todos [aquí en MXGP] son así. Los grandes campeones de cualquier deporte viven de esta manera y siempre apuntan a los pequeños detalles. Incluso en la vida en general creo que las personas tienden a pensar ‘¿cómo puedo mejorar?’ Aunque lo que hacemos aquí es un poco más extremo.
Con respecto a las líneas de MX2 en comparación con MXGP, ¿fue ese un factor más difícil de lo que pensabas?
Sí, especialmente este año en Portugal. En Águeda lo pasé mal con la 450. Generalmente me siento bien en la mayoría de los trazados. El cambio más grande de 250 a 450 es el tener que evitar la frustración de no oír la moto: en una 250 estás revolucionando todo el tiempo y puedes alternar tu mentalidad sobre cómo jugar con el acelerador.. Pero en una 450, la mínima reacción de acelerador es mucho mayor que si vas a tope con una 250, y es ahí donde se encuentra la dificultad; a veces siento que soy lento por no abrir demasiado el acelerador.
¿Cómo llevas el hecho de que no solo eres el líder de Francia, sino también de Yamaha? Tu carrera se dispara hacia arriba.
Es un sueño. Es muy bonito para mí. Intento no dejarme llevar por esto, pero cuando tenemos una semana de descanso miro la situación y el panorama en general, y la evolución de los últimos años ha sido muy bonita. Es genial ver que siempre has mejorado y has alcanzado otro nivel. Pero miro hacia el futuro y quiero seguir adelante, seguir empujando, sin querer presumir de que tengo la capacidad de ser campeón del mundo en MXGP. Así que quiero aprovechar ese potencial. Quizá lo consiga o quizá no. Pero me esforzaré al máximo hasta estar cerca del título. Si lo consigo, volveré a esforzarme para conseguir el segundo. Siempre será así.
¿Crees que tus horizontes están creciendo? Tu carrera no tiene por qué frenarse con el éxito de MXGP: está el AMA, el Supercross… puedes hacer cualquier cosa. ¿Sientes que es así?
Claro, siento que puedo hacer cualquier cosa. El Supercross es algo que no he experimentado demasiado. Sólo lo he hecho una vez en París, a finales del año pasado. Me fue bastante bien y lo disfruté, pero solo me entrené dos veces para ello y no fue lo ideal. Ahora siento que puedo correr en cualquier lugar y en cualquier pista, pero mi principal objetivo es alcanzar el máximo nivel y ese título aquí en Europa. También es una elección de vida, porque trasladarse a Estados Unidos no es algo que se haga sólo para ‘probar’. No es como ir a Bélgica u Holanda. Es un gran cambio. La familia, los amigos, todo. De momento me siento muy bien en Europa y seguiré persiguiendo mis sueños aquí. Si un día tengo una buena oportunidad, mi mentalidad está totalmente metida en ello y siento que tengo que ir, entonces lo haré.
¿Qué representará un buen 2022 al final de la temporada? ¿Qué definirá el ‘éxito’?
Para definir el éxito creo que se puede ver esta pregunta de dos maneras. En primer lugar, cómo me siento en mi posición, la velocidad y los resultados. Un buen resultado para un novato en el primer año sería estar entre los tres primeros o incluso mejor, y no estoy cerrando las puertas al título todavía, porque aún queda mucho camino por recorrer. En segundo lugar, creo que me estoy desafiando a mí mismo aquí, así que eso significa hacer mis salidas correctamente, ser uno de los mejores en el paddock para esto y luego mejorar mi técnica, cómo entreno y lo que puedo hacer en carrera. Si lo consigo, estaré delante y tendré éxito.