Iker Larrañaga comenzó ayer a trabajar sobre la que será su nueva motocicleta para 2020: la KTM SX-F 450. Será la primera temporada del vitoriano en la categoría ‘grande’ después de hacer muy bien las cosas en su etapa en 250cc.
Además de luchar por el título de campeón de España con KTM España, el año que viene debe servir para hacerse un hueco junto a la estructura italiana MGR Motocross Team en el siempre complicado Mundial de MXGP.
Su descanso tras finalizar el curso 2019 no ha sido tal. Y es que Larrañaga ha pasado hasta en dos ocasiones por el quirófano: la primera para someterse a una rinoplastia y la segunda para sanar su muñeca maltrecha que “me tuvo con molestias toda la temporada 2019”.
Eso sí, ha aprovechado el tiempo de recuperación para prepararse físicamente, sabedor de que domar una 450 es una labor dura. “Me he puesto más fuerte físicamente para adaptarme mejor a ella. Pero queda mucho trabajo esta pretemporada y muchas horas de pilotaje”, nos admite.
La jornada de ayer sirvió, tal y como nos explica, para “hacer bien el rodaje, coger sensaciones y ver dónde podemos mejorar y adaptarla mejor a mí. La 450 es ‘mucha burra’ como digo yo siempre y me quedé sorprendido por la potencia que tiene. Las primeras sensaciones son buenas y estoy dispuesto para trabajar duro durante este diciembre y enero para llegar en las mejores condiciones posibles al inicio de la temporada 2020”.
El 1 de febrero, en Albaida, Iker Larrañaga comenzará a luchar por su primer objetivo, el de lidiar con pilotos de suma experiencia en el Nacional de MX1 como José Antonio Butrón, Carlos Campano, Nil Arcarons o Jorge Zaragoza entre muchos otros.
