Harry Everts: ¡El comienzo de la dinastía!

Cuatro veces campeón del mundo, Harry Everts, el piloto escribió algunas de las mejores páginas de la historia del motocross belga antes de darle a este deporte otro gran campeón: su hijo Stefan, el mejor piloto de motocross en la historia del Campeonato del Mundo. Harry tuvo que trabajar más duro que nadie para alcanzar el nivel más alto. Una tarea de la que nunca ha rehuido y alrededor de la cual mantiene una dedicación y una pasión que siguen intactas hoy, a los 67 años de edad, ya que comparte su experiencia con nuevos jóvenes corredores. Texto & Fotos: Pascal Haudiquert

Nacido el 6 de febrero de 1952, Harry tuvo que luchar desde el primer día, ya que tenía problemas físicos muy prematuros que requirieron de varias cirugías antes incluso de que pudiera caminar con normalidad. Quizás fue en esa etapa formativa cuando forjó su legendaria obstinación, un rasgo que le ayudó a superar unos obstáculos que, en su camino para convertirse en campeón del mundo, para cualquier otro podrían haber resultado insalvables.

Fue gracias a su tío Jeff Teuwissen que el joven Harry descubrió el motocross y participó en su primera carrera cuando tenía 14 años. Fue una carrera que requirió de un pequeño engaño, ya que Everts era demasiado joven para competir con su Maico de 400cc en el evento, pero los organizadores nunca supieron su verdadera edad. Fue la primera carrera y la primera victoria para Everts, y eso bastó para convencerle de continuar en el deporte. Tres años después de ese momento, levantó su primer título de renombre en la Serie Senior de Bélgica.

Harry sumó su primer punto en el Campeonato del Mundo durante su primera temporada de GP, en 1971, pero tuvo que esperar tres años más antes de subir al podio por primera vez. La de 1974 fue una gran temporada para Harry, con el fabricante austríaco Puch. El as belga ganó un Gran Premio y terminó tercero en la clasificación, y, de hecho, fue el segundo en el total de puntos anotados, pero las reglas en ese momento establecían que solo se contabilizaban para la clasificación final los doce mejores resultados de las 22 carreras programadas.

Ganar la última prueba de la temporada de 1974 le dio a Everts un impulso que pudo trasladar a la siguiente temporada, en la que Harry fue uno de los ganadores regulares de GP junto a Hakan Andersson y Willy Bauer, ambos compitiendo para marcas japonesas. Fue Everts quien se llevó el botín al final de la temporada y levantó su primer título en los 250, una categoría en la que permanecería unos años más, hasta que recibió la llamada de Suzuki. La marca japonesa había dicho adiós a su piloto número 1, Gaston Rahier, que dio el salto a Yamaha, y Everts aprovechó la oportunidad, después de seis campañas pilotando para Puch y Bultaco, de liderar la carga de la marca Hamamatsu en la clase más pequeña.

Fue el comienzo de su dominio, ya que Harry ganó tres títulos consecutivos y 16 GP con Suzuki. Es una época que recuerda con cariño: “Mi mejor recuerdo fue 1979; fue una temporada fantástica, gané ocho GP, 17 mangas, el GP belga de 250 y casi el de 500. ¡Y también ganamos con Malherbe y De Coster el Motocross de las Naciones! Tuve un par de accidentes durante mi carrera y me rompí más de veinte huesos, pero por suerte me recuperaba muy rápidamente. Por ejemplo, una vez me rompí la muñeca y cuatro semanas después estaba pilotando otra vez”.

El motocross corría por las venas de Everts, y cuando llegó su inevitable retirada, en 1984, no se alejó del paddock y continuó trabajando en el deporte hasta el día de hoy. Abrió su escuela de motocross en España, www.evertsmxcamp.com, que celebra su vigésimo aniversario este año, donde fue el primer mecánico y trabajó durante varios años con su hijo Stefan antes de crear su propio equipo. Trabajó para la Federación Española y finalmente, hace unos años, se unió al personal de la fábrica KTM. Actualmente es entrenador de los dos pilotos del equipo oficial Husqvarna de MXGP, Pauls Jonas y Erminas Jasikonis.

Siempre trabajando con pilotos jóvenes, ha estado involucrado en el éxito de pilotos como Steffi Laier, Jonathan Barragán y Glen Coldenhoff, y continúa disfrutando del día a día del motocross, su vida. Siempre sonriente y amigable, este embajador de nuestro deporte ahora también se ocupa del joven Liam, quien bien podría convertirse en la tercera generación de la familia Everts en brillar en las pistas de motocross del mundo.