El GP de España llega cargado de expectación y con una larga lista de alicientes a la que hay que añadir un importante debut, el de Guillem Farrés en el Mundial de MX2. El joven piloto catalán llega a la cita después de volver con fuerza al EMX250, donde después del paron veraniego ha sido el mejor piloto nacional en la categoría anotándose dos Top10 consecutivos, 10º en Alemania (8-10) y 8º (8-7) en Francia este mismo fin de semana. El mismo Farrés nos comenta que “las últimas carreras han ido bastantes bien, antes de Alemania solo llevaba 3 semanas de entrenamiento con la moto así que poder entrar en el Top10 ha sido muy positivo.”
Después de un último año excelente sobre la 125cc, en el que consiguió cinco podios en el EMX125 incluida una victoria y se proclamó Campeón de España de la categoría, empezó su temporada de rookie con la 250 plantándole cara a Rubén Fernández en la primera carrera del Nacional de MX2 celebrada en Montearagón, dónde fue 2º en ambas mangas.
Sumaría aún otro podio más en Calatayud y era segundo de la general hasta que el lunes después de Talavera, 4ª carrera del calendario, sufrió un desafortunado accidente de camino al fisioterapeuta que terminó con el tendón de un dedo de la mano roto. Esto le obligó a pasar por quirófano, a perderse la primera del EMX250 en Matterley Basin y a tener que operarse por segunda vez al no recuperar según las previsiones. “Volví a las carreras en Oss (Holanda) y en Lommel (Bélgica), pero me era imposible ser competitivo por la lesión en el dedo, los médicos me dieron su visto bueno para correr pero realmente no me podía sujetar con fuerza al manillar”.
Con un 24º y un 17º en estas dos carreras, Guillem Farrés decidió junto al equipo no viajar posteriormente a Letonia “y parar un mes y medio para centrarnos solo en la preparación física y la recuperación del dedo. Luego, para colmo, sufrí una fuerte caída con la bici de carretera en la que me rompí la nariz.”
La decisión de renunciar a una carrera y centrar sus esfuerzos en preparar a conciencia la segunda parte de la temporada parece haber sido la correcta, por sus resultados a su vuelta al EMX250 y porque “aunque en estos momentos aún no esté al 100%, ya puedo cogerme mucho mejor al manillar. Aún tengo dolor, pero la evolución es buena y voy notando mejora con el paso de los días.” En plena progresión, Guillem Farrés afronta esta semana su debut en el Mundial de MX2 como una gran oportunidad para seguir sumando horas de competición, disfrutar de una primera experiencia frente a los pilotos más rápidos del continente en una 250 y como no, para materializar el sueño de cualquier piloto, que no es otro que el de debutar en el Mundial. “Después de estas dos últimas carreras del Europeo mi equipo también viajaba a Madrid, lo estuvimos hablando y decidimos que sería una buena idea debutar en el Mundial de MX2, no me marco ningún objetivo, solo correr y hacer horas encima de la moto para sobretodo, volver a coger el ritmo de carrera que me falta después de la lesión. ¡Además muy contento de poder realizar mi primera carrera en el Mundial en el GP de casa!”