Entrevista a Gautier Paulin “Paulin está de vuelta”

Gautier Paulin

Gautier Paulin ha sido uno de los personajes clave del Mundial de Motocross desde su emocionante irrupción como un niño prodigio, listo para ser el nº 1 europeo, retorciendo el acelerador de una Honda 250 en el barro de Moneyglass como wildcard durante el Gran Premio de MX2 de Irlanda del Norte, en 2007. Han pasado diez años desde aquello, pero ninguna de las características de ese pilotaje natural, instintivo, reactivo y peculiar ha mermado con el transcurso del tiempo.

Texto: Adam Wheeler (OTOR), Fotos: @jpacevedophoto

Ahora está al frente del Rockstar Energy IceOne Husqvarna Racing, pero Paulin ha sido piloto oficial de fábrica desde el invierno de 2009. Ha ganado carreras mundialistas con cuatro marcas diferentes y está en la reducidísima lista de pilotos que han sido capaces de hacerlo en MX2 y MXGP. Sin embargo, el destino ha hecho que, por ahora, siempre se le haya escapado la opción de conseguir algún título.

Tras un periodo algo extraño, en el que parecía contar con el encaje ideal en un equipo Kawasaki propiedad de franceses y en el que su idioma era el más hablado por los integrantes de la escuadra, pero sobre el que planeó la sombra de la futura llegada de Ryan Villopoto, Paulin optó por una plaza de piloto en HRC; a priori una oportunidad de oro para un piloto mundialista desde que los japoneses se implicaran de nuevo en el Campeonato del Mundo FIM.

Gautier Paulin

Se podría argumentar que Paulin no dejó lugar a dudas en cuanto a su nivel de compromiso cuando empezó a pilotar la Honda, a finales de 2015, en su primer año con la marca. Esa temporada acabaría como subcampeón, tras su compatriota Romain Febvre, un rookie que conquistó el título. Consiguió ganar un único GP, y se puede decir que fue rápido, pero que no brillante. Sufrió dolencias de rodilla que no ayudaron, desde luego, pero parecía claro que la relación con Honda no era tan sólida como se esperaba. Hubo quien llegó a cuestionar su plaza en el equipo francés del MX de las Naciones apenas un año después de que lograse su más memorable actuación hasta la fecha en Letonia, con su doble victoria.

Para cambiar esa tendencia, el #21 partió a USA tras acabar la temporada para pasar el invierno entrenando a las órdenes de Aldon Baker, todo un fabricante de campeones. La unión de ese método de entrenamiento con las habilidades innatas de Paulin daban a entender que se estaban haciendo las cosas como se necesitaba para lograr el título en 2016. Pero una caída en entrenamientos, que conllevó rotura de vértebras, arruinó las esperanzas de Paulin, y fue otro piloto Honda, debutante para más señas, quien triunfó en su lugar. A mitad de temporada estaba claro que sus diez primeros resultados no eran ni por asomo lo que esperaban ni HRC ni el propio Gautier, y pasó a parecer muy poco probable que se quedara un año más a pilotar vestido de rojo.

Durante 2016 optó por la discreción y no habló públicamente de sus problemas. Paulin estaba distante, pero parece ser que con razón para ello. Mientras nos sentamos a hablar acerca de un período que prefiere olvidar -quizás más doloroso que la conmoción cerebral que arruinó la temporada 2013, o que las fracturas de clavícula y pulgar que estropearon la de 2014-, Gautier se muestra visiblemente emocionado y parece luchar por poder hablar del tema al admitir que lo vivido el pasado año le hizo contemplar la posibilidad de dejar un deporte y un estilo de vida que, obviamente, significan mucho para él.

Los relojes caros, los coches de lujo y la vistosidad del personaje son unos aspectos casi comunes a todos los pilotos de élite, pero tras todo eso hay siempre otras historias, historias de compromiso y sacrificio. Historias que revelan a veces que incluso una figura de clase mundial no es inmune a algunos de los aspectos más desagradables del deporte en el ascenso a la cima, en un sistema que los trata como pura mercancía. No es que el caso de Paulin merezca que nos sentamos compasivos con él por lo mal que le haya ido la vida -es un personaje popular, rico, de éxito y el rostro de marcas como 100% y Shift-, pero ha vivido duros momentos, y tal vez lo más duro de asimilar sea que algo que pueda parecer tan injusto como que un piloto con su nivel de talento y su inmensa entrega y dedicación no pueda haber conseguido ningún título.

Gautier Paulin

Más de un ganador de carreras en el Mundial me ha dicho en algún momento la felicidad que aporta a un piloto, lo bien que se siente, al estrenar moto y equipo. No hay duda del cambio que ha supuesto para Paulin el pasar de vestir de rojo al blanco. Enrolado en la estructura rígida y dedicada dirigida por Antti Pyrhonen, Gautier tiene otra oportunidad clara para presentar sus credenciales como aspirante al campeonato y ampliar su estatus, de ir más allá de ser un piloto excepcional en cuanto a su preparación y dedicación, de ir más allá de ser un buen embajador para su deporte. “Nos mantuvimos en contacto con Gautier durante años, mientras fue piloto oficial para otras marcas”, dice Pyrhonen. “Hablamos bastante y llegué a conocerlo personalmente, vi que se trataba de un deportista muy profesional, algo que me gustaba mucho, con un espíritu bastante perfeccionista, algo que comparto con él. Sentí que teníamos algo en común”.

“Cuando su contrato con HRC estaba llegando a su fin quise hablar con él porque había pensado en varias ocasiones que podría ofrecerle un conjunto de cosas que creía que eran las que necesitaba, y no me refiero a lo que le haría falta para lograr mayor nivel de fama y popularidad, sino para lograr ganar. Hablé con él claramente sobre este punto, tuvimos una conversación absolutamente clara y sincera, muy directa, algo que no siempre es agradable, pero que puede llegar a ser lo más eficaz. Partimos de ese punto y desde el primer día hemos estado trabajando duro, siguiendo siempre esa directriz, y por ahora nos está funcionando bien”.

Nos sentamos en el entorno del IceOne, unas carpas llenas de contrastes formados por oscuras paredes con techos, mesas y sillas de un blanco quirúrgico. Es un ambiente muy tranquilo, en el que entrevistaremos a Paulin. No es, ni mucho menos, la primera vez que hablamos con él, pero quizás sea la más larga entrevista de las que le hayamos hecho, en la que el de Husqvarna se ha abierto por completo sobre sus sentimientos. Nos da contexto con historias, ejemplos concretos y emociones a algunos de los momentos más frustrantes de su carrera deportiva, hablando con claridad incluso sobre aspectos que no han sido contados antes sobre esas circunstancias, especialmente sobre los duros momentos vividos en 2016.

Más tarde me envía un mensaje al móvil preocupado por cómo se ha visto dialogando. Gautier no tiene ningún deseo de revivir acontecimientos pasados ni remover nada en contra de nadie. En la siguiente entrevista veremos que se esfuerza por abordar las razones por las que una unión tan potencialmente ganadora como la suya con Honda no funcionó, y por qué está intentando borrar todo ese pasado. Para lograr un poco más de contexto sobre ese tema, le preguntamos al máximo responsable de HRC en el Mundial de MX, Roger Harvey: “No creo que existiera una razón concreta por la que no cuajara todo. Vimos momentos de brillantez pura, y otros en los que estuvo peleando contra los elementos. ¿Fue más bien por culpa del piloto o de la moto? Eso no lo llegaremos a saber del todo jamás. Todos somos conscientes de lo que Gautier es capaz de hacer, y los resultados no fueron malos, pero esperábamos más, potencialmente era capaz de más, y eso acaba aportando más presión de la debida”.

“Él no recibió presión extra por nuestra parte, pero ir de la mano de HRC puede comportar eso, el peso de algo tan grande. Creo que se presionó de más a sí mismo. Gautier y la moto se fusionaron en uno en algunas ocasiones, pero no de forma constante, y creo que tuvo opciones para cambiar eso, pero es algo que te puede suceder trabajando con cualquier piloto”.

Lo de Paulin y la CRF450R fue una historia de incompatibilidad mutua. Afortunadamente para los fans del motocross, buena parte de las habilidades del joven Paulin se han mantenido intactas, así que tiene la oportunidad de encantar de nuevo al público con su FC450.

Gautier Paulin

 

¿En qué punto de tu carrera deportiva te encuentras? Éste es tu quinto equipo oficial, así que… ¿cómo te sientes acerca de tu potencial, y cómo crees que te considera la gente ahora mismo?

Me siento bien. Hoy me siento muy bien. Siento que las personas con las que estoy están comprendiendo dónde estamos y qué podemos lograr. Todavía no creo haber mostrado todo lo que puedo llegar a hacer. Me encontrado con una moto que se adapta muy bien a mí y con un equipo que tiene carácter. Estamos trabajando duramente para alcanzar nuestro objetivo. Me gusta hacer deporte todos los días y entrenar con la moto a diario. Me he encontrado disfrutando de nuevo de las carreras. Acabé bajando de la moto en Qatar sonriendo, y desde entonces así ha sucedido en todos los GGPP, exceptuando Arco di Trento, en Italia, porque allí sentí que no logré mi objetivo para ese fin de semana. De todos modos me siento como si hubiera rejuvenecido, y es muy bueno sentir de nuevo toda esa adrenalina y todo ese amor por lo que hago.

 

¿Cómo resumirías ese capítulo con HRC? No hablaste mucho de ello con los medios, per de cara a 2017 cambiaste de equipo y marca una vez más, ya con 27 años de edad…

Si queremos echar la vista atrás en mi carrera deportiva, estaba trabajando con Kawasaki cuando el equipo se retiró y me ubicaron en otro puesto: entonces fui a Yamaha y de luego regresé a Kawa. En ese momento sucedió lo del desembarco de Villopoto y todo se centró en él. Así que fui a HRC, y para mí no funcionó… El año pasado fue duro porque fui a los Estados Unidos a entrenar con Aldon y me sentía muy bien, pero antes de la primera carrera hubo un problema con la moto y sufrí un grave accidente. Era mi último día programado para montar allí… Llegué a Qatar y la moto se detuvo. Cuando regresé de las carreras de ultramar me rompí una vértebra. Me hicieron radiografías y en el hospital me dijeron que estaba bien, y luego de repente la gente me decía que no me moviese, que algo estaba mal en mi espalda. Hay cosas que mentalmente casi no puedes aceptar. No podía digerir estar allí, en Honda, y que me estuviera sucediendo todo eso. Nada me salía bien. Cuando regresé estuvimos trabajando con la moto vieja, y nada funcionaba con ella, y en cuanto pasamos a trabajar con la nueva las cosas empezaron a funcionar de nuevo. Soy una persona honesta, así que digo lo que pienso, doy siempre mi opinión. Estaba pasando por momentos muy duros, necesitaba invertir esfuerzos en mí mismo. Lo hice al decidir trabajar con Aldon -me encontré volviendo a invertir dinero en mi carrera-, luego llegó la lesión… Fueron momentos muy malos, estuve a punto de dejarlo todo.

 

¿Tan malo fue ese periodo?

Sí… Solo podía hablar con mi novia Clem… No fue un momento fácil, así que tuve que decidir qué hacer. IceOne había estado presionando mucho para ficharme cuando salí de Kawasaki, pero fui a Honda, tal vez queriendo quedarme con una moto japonesa… Pero ya el año pasado mi objetivo era estar con IceOne. Ellos todavía me querían y yo no tenía que perseguirles para ello. No hablé con nadie más, solo con ellos. Era el lugar donde tenía que acabar. No digerí muy bien lo de 2016… Soy deportista porque me encanta todo esto, me gusta ganar e invierto en mí mismo para dar una buena imagen. Había muchas cosas que no podía explicar y no podía hablar con los periodistas, ¿qué podía decir? Muchos me dieron por acabado. Fue un momento muy duro para mí.

Gautier Paulin

Una de las cosas más tristes fue que los seguidores de MXGP no pudieron ver al auténtico Gautier Paulin en todo su esplendor. Recuerdo algunos GP’s de los últimos años en los que maravillaste en las pistas gracias a maniobras improvisadas usadas a modo de ases guardados en la manga, como trazadas muy cortas y apoyos en pequeños baches para lograr pequeñas ventajas en algunos puntos. Siempre sorprendías con algo especial…

[Sonríe] Sí… Sólo se trataba de que yo no estaba subido en “mi” moto. No me sentía seguro en ella. Cuando nos movemos a estos niveles la línea entre ir bien y mal es sumamente delgada, se puede ver también en algunos otros pilotos, algunos que ni siquiera han cambiado su moto o su equipo y pasan a ir mal de repente. La gente me señalaba con el dedo y decía: “se le ha ido la cabeza”. Podía ser, ¿soy humano? ¿Tengo dos brazos, dos piernas y un cerebro? No conseguía aclararme mentalmente porque la moto no encajaba conmigo y no reaccionaba como yo quería. En Loket, en el GP de Chequia, comencé la carrera con una moto con reglajes que no eran los adecuados para mí, y ni siquiera lo indiqué al equipo. Se agruparon unas cuantas cosas que hicieron que no funcionase. Y para mí no había salida a aquella situación. Creo que te fijas en la Honda actual verás que ya hubo muchos cambios de cara a 2017, y, por supuesto, una nueva moto. HRC puede ser considerado como un lugar “estable, seguro” tanto para los pilotos como para los integrantes del equipo, pero cuando eres competitivo tienes que exigir verdaderamente lo mejor para lograr tener éxito. La gente puede decir cosas como “tienes que lograr ser un buen piloto de pruebas y conseguir hacer que la moto sea buena…”, pero creo que tuve un total de ocho días de tests en dos años… Pese a toda esta historia logré ser subcampeón del mundo y me gané el respeto de los responsables de HRC en Japón. Los japoneses son buena gente y se siguen acercando siempre a saludarme. Pero de todos modos, tengo claro que no volveré a ser un piloto de Honda.

 

Mantuviste la compostura y tu dignidad con silencio al respecto, pero debió de ser difícil…

Sí… Añade a todo la lesión, que hizo que fuese un año muy complicado. Logramos el segundo lugar en 2015 y conseguimos una buena victoria en Valkenswaard, pero ahora he pasado página y estoy viviendo el inicio de una nueva fase, algo que la gente puede apreciar con claridad.

 

¿El paso al IceOne ha supuesto un soplo de aire fresco tanto para ti como para tu carrera deportiva?

Por supuesto. Estos chicos trabajan tanto y tan bien que me hubiese gustado haber venido aquí antes. ¡Nunca descansan! Husqvarna se ha mostrado muy fuerte desde el mismo instante de su regreso al motocross, y ahora puedo ver por qué.

 

¿Sientes que puedes conseguir que la FC450 sea tu moto?

Ya lo es. Y es cada vez mejor porque el desarrollo de esta moto no termina nunca. La moto ya es “mía”, y me encantan el par y su entrega de potencia, las suspensiones y su manejabilidad. Aquí me siento muy a gusto, como en casa. Me desafié a mí mismo al comienzo de este año porque no quería completar una temporada de adaptación para pasar después a luchar por ganar. No quería un año sin resultados. Estoy de lleno en faena, y si eso sucede es gracias a los chicos y su trabajo duro.

Gautier Paulin

Hace algunos años la gente podría haber dicho que consideraba a Cairoli, Desalle, Paulin y tal vez también a Nagl como aspirantes al título. Ahora el grupo de candidatos es mucho más amplio. Parece que los detalles finales adicionales, como entrenar con Aldon Baker, realmente cuentan para tener éxito en la categoría actual. ¿Estás de acuerdo con eso?

Si, lo estoy. Siento que la categoría es cada vez fuerte, pero siempre he trabajado duro y seguiré haciéndolo. Cada año hay algunos pilotos más fuertes que otros, y es una clase en la que es muy difícil hacerlo bien, pero realmente me gusta ese reto. En Qatar, durante la primera carrera, luego en Argentina -olvidando lo de Indonesia- y en México, me divertí mucho pilotando. En esas distintas pistas vimos a distintos pilotos luchando delante, pero los primeros compases de todas ellas hubo mucha igualdad. Hay muchos pilotos competitivos y creo que tenemos carreras más compensadas. Me encanta eso, y las distancias entre pilotos nunca son enormes: siempre tienes alguien delante o detrás en carrera con quien pelear, siempre estás yendo a por alguien a quien pasar, o defendiéndote de alguien que te quiere pasar.

 

Muchos pilotos han estado hablando de la importancia extra de las salidas este año: ¿es esto debido a las puertas de salida, o a la mayor igualdad entre los competidores?

Pienso que es culpa de ambos factores. Creo que es posible remontar a través del pelotón, en Argentina llegué en el puesto 14 a la primera curva y remonté hasta el cuarto puesto. Creo que hay más pilotos entrenando profesionalmente y trabajando más duro que nunca. Las pistas son un poco diferentes, y hay muchos equipos trabajando muy duro para subir el listón. Gracias a la puerta tendrás siempre a cinco pilotos o más llegando a ese primer punto de frenado juntos, y… ¿quién frenará último? Las carreras están más reñidas. Al repasar los vídeos de las que he corrido veo que todo sucede exactamente como lo aprecio desde la moto, y los tiempos por vuelta también lo corroboran.

 

Mucha gente considera que, gracias a tu especial habilidad sobre la moto, te acabarías pro encontrar de nuevo corriendo en SX, o al menos combinando ambas especialidades, cambiando de una a otra sin problemas. ¿Ves ahora claro tu futuro en MXGP? Husqvarna también tiene un programa muy potente en los EE.UU.

Estoy aquí, disfruto realmente de lo que estoy haciendo. Tengo 27 años y siento que puedo progresar, que todavía no he mostrado todo lo que puedo llegar a hacer. Puedo ser más agresivo en la moto, pero también tengo más experiencia que antes. Me gusta la parte física que comporta MXGP, algo que conozco bien gracias a la experiencia acumulada durante años. Husqvarna tiene una estructura enorme que abarca muchas categorías, pero ahora mismo estoy definitivamente centrado en el Campeonato del Mundo y en dar ahí lo mejor de mí. ¿De cara al futuro? Ya veremos, pero las temporadas pasan muy deprisa y yo ahora mismo no estoy haciendo planes más allá de a dos años vista.

 

¿Qué sucede a tu alrededor cuando no estás compitiendo?

No lo hemos “anunciado oficialmente”, pero en noviembre Clem y yo nos casaremos. Llevamos juntos diez años y nuestra vida no se detuvo cuando las cosas me iban mal en el motocross. Somos más fuertes juntos, y con el Campeonato del Mundo en expansión viajamos mucho. Pero este invierno pasado hemos trabajado mucho, de modo que ahora mismo estamos enfocados por completo en la parte deportiva de nuestra vida.

 

Hablando sobre la parte puramente física de este deporte, el trabajo necesario para recuperar una vértebra fracturada debe ser enorme, se trata de una lesión muy seria. Una vez superada esa fase, ¿qué tal te sientes compitiendo a los 27 años?

He oído que hay personas que tras lesionarse del mismo modo pueden entrenar, pero no correr, que pasan a compensar el ejercicio con sesiones de natación. Yo tengo la suerte de poder correr a pie, nadar, montar en bicicleta y disfrutar de la preparación física. Desde los inicios de mi carrera me ha encantado el entrenamiento. ¡No me siento viejo!

Gautier Paulin

No estaba insinuando que lo fueras…

¡Si no hay problema! Creo que el agotamiento es un tema más bien mental. Cuando tienes veinte años tu cuerpo es muy diferente, por supuesto, pero aún no es lo suficientemente fuerte. Fuera de la moto soy ahora mucho más fuerte de lo que era antes; Cuando pedaleo fuerte en la bici siento que soy más rápido, y cuando estoy practicando esquí de fondo, entonces estoy me encuentro mucho más fuerte. Pienso más sobre la moto, pero también mientras me preparo. Analizo mejor lo que hago, y me doy cuenta de cuando no estoy haciendo lo suficiente. En la moto es más difícil de calibrar ese factor, porque no tienes tiempo para dudar, pero sí puedes conseguir no ir sobreexcitado mientras pilotas. Disfrutas como un niño cuando te mueves mucho sobre la moto, así que toca encontrar un equilibrio entre una cosa y la otra, y ese punto, el de equilibrio, es muy bueno cuando lo sientes. Estás excitado y calmado a la vez. Cuando llega ese momento tengo unas muy buenas sensaciones, y puedo pasarme la vuelta de formación a base de scrubs y whips, y comienzo a saltar desde el principio como solía hacerlo años atrás. Es pura pasión. Mientras sienta que puede estar peleando por hacerlo bien en la máxima categoría de este deporte, es que aún no me hecho demasiado viejo. Recuerdo que un amigo me dijo que le gustaba entrenar hasta que sentía “su sangre en la garganta”, literalmente, y todavía encuentro mis límites cuando mi cuerpo se quiere poner a vomitar por no poder más. Mientras tenga fuerzas para sentirme así, podré seguir compitiendo.

 

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