Con un fluido castellano, el campeón del Mundo de Motocross en la categoría de 85cc atiende a nuestras preguntas. Primero, vía telefónica. Tenemos que llamar a su madre, Sharon, porque el joven todavía no tiene dispositivo propio. Son muy pocos los jóvenes que a su edad, trece años, no están enganchados al teléfono móvil y a sus interminables aplicaciones. Es más, habla mucho más en persona que a través de las ondas que descubrió Graham Bell. Él es Eddie Jay Wade, un joven piloto que está haciendo las delicias del motocross de base en España, pero que surca los circuitos bajo bandera británica.
Si en su mente nunca se borrará la primera vez que se subió a una moto, tampoco pasará desapercibido en su memoria el 30 de julio de 2017, día en que demostró al mundo de lo que era capaz.
Tras un intento fallido de ser campeón de Europa por el fatídico accidente que le costó la vida al moldavo Igor Cuharciuc en Loket, el #217 fue pragmático, muy pragmático pese a su corta edad: “fue una lástima lo que vivimos aquel día, pero bloqueé mis pensamientos para ponerme rápidamente a pensar en el Mundial”.
Y no falló en su intento. Llegó al circuito de Lange Motokeskus y con una pasmosa se llevó todas las entradas a pista. Fue el más rápido en los entrenamientos libres y cronometrados y se llevó las dos mangas de carrera con más de cuatro segundo, en la primera, y de quince, en la segunda, para coronarse como el campeón del Mundo Júnior.
“Fue algo muy especial estar en lo más alto del podio. El fin de semana estuve perfecto y tuve unas buenas luchas en algunos momentos con Noel Bilsson. Disfruté mucho de las carreras y de los grandes saltos que había en el circuito, incluso cuando el terreno se puso mucho más complicado que al principio”. Y eso, que tal y como explica, “yo pretendía ganar, estaba claro, pero si no podía quería estar entre los tres primeros”. Ganó.
Su pasaporte es anglosajón, puesto que sus dos progenitores –Felipe y Sharon- son británicos, pero estamos hablando de un joven piloto rubio que es bien conocido por todos en el Campeonato de España. El año pasado se quedó a las puertas de conseguir el título de 85cc, pero este año quiere lograr su objetivo antes de saltar a 125cc. Eso sí, es sabedor de que tiene que echar el resto en las carreras que restan de Malpartida de Cáceres y La Bañeza (León), puesto que Gerard Congost aprieta fuerte por detrás, con solo cinco puntos de desventaja. “El año pasado no pudo ser, pero me encantaría que este año fuera el mío también aquí”, explica el piloto nacido y afincado en Almería.
Sin descanso alguno, llegó, vio y venció en Eslovenia para, posteriormente, seguir su ruta de entrenamientos por Alemania y la zona belga-holandesa, aquello que conocemos como la ‘Meca’ de este deporte. Tampoco se perdió la carismática prueba de Lommel para “aprender de los mejores”, otra decisión que denota lo claras que tiene las ideas.
Hay más. Su pasión es el MX, sin embargo eso no le hace perder en ningún momento el norte. Sabedor de que la vida de un rider es difícil, sigue con sus estudios y no le van nada mal. “He aprobado todo en Segundo de la ESO y a partir de septiembre nos tendremos que centrar también en Tercero, que seguro que es más exigente”.
Como en la mayoría de los casos de estos chavales de, más o menos su edad, las cosas no empiezan como antaño, cuando tenías que tener tu propio dinero ahorrado a golpe de madrugón, trabajo y esfuerzo para comenzar a correr. Eddie se sentó a lomos de su primera moto a los tres años. “Siempre me gustaba ver a mi padre con la moto de enduro y me ponía ya los guantes y el casco para que me dejara montar encima con él. Ya a los cuatro años tuve mi primera máquina y desde ahí hasta ahora no me he bajado”.
Balcones del Mar fue el escenario en el que participó, a los cinco años, en su primera carrera. “Fui para disfrutar de la prueba y al final acabé en tercera posición en la categoría de 50cc. Recuerdo que había mucho barro, pero el resultado fue bueno”. Primera incursión en el mundo de la competición y excelente posición, memorable. A los siete años pasa a realizar el Campeonato Valenciano también en 50cc, aunque su ambición le hizo saltar a 65cc antes de finalizar la temporada. A partir de ese momento comienzan las idas y venidas, los viajes, los momentos de carretera y aeropuertos… en definitiva, la vida de todo un piloto hecho y derecho que aspira a estar entre los mejores del panorama internacional en un futuro.
Es dos veces campeón de Inglaterra de 65cc, es segundo también en las islas británicas de 85cc rueda pequeña, tercero del Nacional en 2015 y segundo en 2016. “Antes hacía el campeonato inglés porque mi padre, que es de Sheffield, conocía a mucha gente allí y era más fácil para nosotros”.
Con este palmarés y después del gran hito conseguido hace poco más de quince días, Eddie Jay Wade ya ha comenzado a recibir las primera ofertas, por lo que su continuidad con Husqvarna parece que no está asegurada. Tiene previsto probar la 125cc antes de finalizar el mes de agosto y su pretensión en 2017 “es aprender a manejar bien la motocicleta y competir tanto en España como en el Campeonato de Europa. Todo ello para ya en 2018 “ser uno de los más buenos de la categoría”.
Queda mucho, batallas y hasta guerras en las que lidiar, pero si algo tiene puesto entre ceja y ceja es que “quiero llegar al Mundial de MXGP”, empresa en la que encontrará a muchos rivales de todo el planeta que querrán acabar con sus aspiraciones o, como mínimo, ponerle las cosas muy difíciles.
A la pregunta de qué pilotos sigue como referencia… su respuesta es drástica y segura: Antonio Cairoli y Jeffrey Herlings. Nada menos que el primer y segundo clasificado de una categoría reina a la que sueña dar el salto algún día.
Desde Almería, pero con papeles británicos nos llega una nueva estrella de este deporte tan complicado en todos los aspectos que es el motocross. España y todos los seguidores de este deporte en su territorio bien pueden marcarse el tanto de tener a otro campeón del Mundo Júnior.