Manuel Casado fue reelegido presidente de la Real Federación Motociclista Española en las elecciones del pasado 26 de septiembre. Tras una primera legislatura llena de cambios positivos afronta esta segunda, y última, con nuevos objetivos para seguir mejorando la RFME. En esta entrevista Manuel desgrana los puntos clave de estos tres primeros años al frente de la federación, analiza el estado de las principales disciplinas y desvela con sinceridad las luces y las sombras de nuestro deporte en la actualidad.
En estos primeros 3 años al frente de la RFME se han cumplido gran parte de las propuestas que planteabas a tu llegada. ¿Podrías decirnos cuáles crees que son los mayores éxitos?
Lo fundamental es que se ha cambiado la filosofía y la manera de funcionar de la federación. Se ha mejorado mucho la organización interna y esto afecta positivamente en todo. También hemos logrado reconducir las especialidades a través de las comisiones, formadas por expertos en cada disciplina. Además, ahora hay muchísima menos conflictividad en todos los ámbitos, ya que veníamos de una etapa muy convulsa y era necesario cambiar.
¿Qué queda por hacer? ¿Cuáles son los objetivos de la RFME para los próximos 4 años?
Donde no hemos conseguido mejorar lo suficiente, desde mi punto de vista, es en el motociclismo femenino y en la moto de campo. Hay mucho margen de mejora en las dos áreas. La Comisión Femenina está haciendo un gran trabajo, pero hay que seguir impulsando la cantera de las chicas y fomentando su participación. Con el off road tenemos un problema grande que parte principalmente de las competencias cedidas a las Comunidades. Es muy difícil avanzar y por eso necesitamos llegar desde la RFME al motorista aficionado no competitivo para ser un colectivo muy grande y que entre todos juntos podamos hacer fuerza.
En velocidad, el ESBK se ha consolidado en tiempo récord. ¿Qué tiene nuestro Campeonato de España de Superbike que atrae a pilotos de todo el mundo? ¿Es lanzadera directa al WSBK y MotoGP?
Quitando los campeonatos del mundo, el nuestro está justo por debajo del nivel mundialista. Tiene tanto éxito porque se hace en unos circuitos de primera categoría, además, el control técnico, de seguridad y de seriedad es muy alto, y esto es un valor enorme para los equipos para después poder dar el salto a los grandes certámenes internacionales. Hemos invertido mucho para que el ESBK sea lo que es hoy y que permita a todos los pilotos sentirse en un súper campeonato, incluso en tiempos de pandemia.
El motocross está viviendo un gran momento en nuestro país, pero está siendo un año muy complicado…
Entre las grandes disciplinas era en el motocross donde más teníamos que apretar y creo que lo estamos haciendo. Este año es una especialidad que se ha visto muy afectada por el COVID ya que la taquilla es clave para la viabilidad de las pruebas. Sin público se ha complicado muchísimo todo, pero aun así hemos intentado hacer un campeonato con el máximo de pruebas posibles dentro de la dura realidad que nos está tocando vivir.
Estamos contentos viendo como sube el nivel y como cada vez las parrillas están más llenas en cualquiera de las categorías. Sin duda, tener una figura internacional como Jorge Prado se está notando.
Hablando de Prado, piloto del Mundial de MXGP… ¿Cómo está actualmente el GP de España que va a celebrarse en Madrid?
Pues toda la situación sanitaria ha afectado mucho a este Gran Premio. Desde la RFME hemos trabajado muchísimo para conseguir su viabilidad, porque hacer un GP de MX sin público supone unas pérdidas muy importantes. Gracias a la Comunidad de Madrid y al Consejo Superior de Deportes hemos logrado unas ayudas que van a permitir su celebración y sembrar para que en los años venideros tengamos una carrera internacional de altura en la capital. Hay muchísima afición y no podemos desaprovechar este momento.
Eres un gran amante de las motos clásicas… ahora estamos viviendo un auténtico boom de estas disciplinas. ¿A qué crees que se debe? ¿Es otra apuesta fuerte de la RFME?
Las personas que tenemos un poco más de edad vivimos en nuestra juventud un momento del motociclismo en plena ebullición. La moto de campo apenas tenía restricciones y hemos disfrutado el mundo de las dos ruedas de manera muy intensa. También esta época coincidió con el auge de la industria española de la moto, que en aquellos años hacía la competencia al automóvil. Todo ese movimiento y ese espíritu aún lo llevamos dentro y contribuye a que los “clásicos” como yo nos sigamos apuntando a carreras de Trial, Motocross, Enduro o Velocidad como cuando lo hacíamos de jóvenes e incluso ¡con las mismas motos! Desde la RFME se está potenciando muchísimo y está teniendo una tendencia muy positiva con cada vez más inscritos en las carreras de clásicas.
El Enduro es una de las disciplinas más queridas y practicadas, pero también de las más difíciles de organizar. ¿Hay muchas dificultades para sacar adelante las carreras? ¿Ha cambiado mucho el panorama respecto a hace años?
El enduro es la disciplina más débil que tenemos en este momento. ¿Por qué? Pues porque es muy complicada de organizar, los espacios donde se disputa son enormes, conseguir los permisos es cada vez más difícil y se necesita un número muy grande de voluntarios para llevarlo a cabo con éxito… Sobre todo estamos en crisis de organizadores, de personas que se dediquen altruistamente a la moto y eso es algo que tenemos que incentivar desde la RFME. Estos problemas no los teníamos hace unas décadas. El enduro puede tener un futuro difícil a nivel nacional e internacional, no olvidemos que este año EnduroGP ha estado pendiente de un hilo, y el año que viene no tendrá promotor. En la federación somos conscientes de ello e invertimos más que en ninguna otra disciplina off road, porque pensamos que es necesario para su continuidad.
Hablando de motos de campo… uno de los proyectos más ambiciosos que se han puesto en marcha es sin duda Moto de Campo Sostenible. ¿Cómo se encuentra actualmente?
Lo fundamental era empezar con el proyecto y desde el principio por diversas circunstancias nos está costando consolidarlo. MCS tiene muchísimo campo por delante, nunca mejor dicho, pero no nos engañemos, no es nada fácil. La moto de campo se está usando como elemento distorsionador de cara a los votos, como tema electoral y político. Ahí tenemos las de perder y por eso debemos estar unidos, concienciando a la gente de que no somos lo que parecemos, porque estos últimos años se nos han estado cargando muchos muertos que no eran nuestros. Es una labor de todos los motoristas apoyar la plataforma, pero también las marcas y las instituciones nos tienen que ayudar y tomar medidas para realizar una legislación que nos permita la práctica. Somos deporte, somos cultura y las instituciones deberían tener la obligación de buscar la viabilidad. Con condiciones, con medidas legales, por supuesto, pero algo regulado que nos deje disfrutar de este deporte. No puede ser que estas decisiones tengan trasfondo político.
A todas luces los Equipos Nacionales están funcionando. Tenemos a casi todos los elegidos en posiciones de podio en cada carrera internacional. ¿Crees que es la clave para que los jóvenes lleguen a lo más alto?
La única manera de llegar a la cúspide mundial es que se empiece por abajo y desde corta edad. Los jóvenes tienen que aprender a sacrificarse y prepararse si quieren estar arriba. No solo vale el talento natural. Un campeón se forja y para ello necesita una estructura alrededor que le guíe y ayude en todos sus pasos. Esa preparación completa es lo que estamos haciendo con los Equipos Nacionales Junior. Todos los chavales tienen un entorno óptimo de ayuda en todos los niveles para ir hacia la cima: equipo técnico, estructura de competición, sistema de entrenamiento, dietas… casi como un equipo de élite mundial. Este año, a pesar de las difíciles circunstancias, en los Equipos Nacionales de Enduro, Trial y Motocross lo están bordando y quiero dar la enhorabuena a todos los implicados en este éxito.
A muchos aficionados les gustaría disfrutar de la retransmisión deportiva en directo. ¿Llegará? ¿De qué depende?
Básicamente, como casi todo en esta vida, del soporte económico. Desde la RFME hemos avanzado mucho en abrir nuevos canales de comunicación y difusión, con un departamento de marketing que se dedica a ello. Hemos mejorado mucho la imagen del motociclismo gracias a esta labor y también al esfuerzo que realizamos en televisión, donde estamos en diversos canales y plataformas deportivas. Estamos estudiando siempre la posibilidad del streaming, pero sin un patrocinador potente no podemos hacer más, ya que nuestro deporte requiere de mucha más inversión para este tipo de retransmisiones a diferencia de otros más estáticos. Estamos trabajando mucho para lograrlo, pero de momento no podemos anunciar nada. Desde el CSD también quieren impulsar el deporte de esta manera porque están viendo que es la mejor imagen que podemos proyectar como país y los valores que trasmite a los jóvenes son muy necesarios en estos tiempos.
Hablando de instituciones… Sin ser una de las federaciones con más licencias deportivas, la RFME está muy considerada dentro de los organismos oficiales. ¿Cómo somos vistos por entidades como el CSD? ¿Se nos tiene en cuenta?
Sin duda sí. El motociclismo tiene sus virtudes y sus defectos, cosas que lo potencian y otras que lo lastran. A nivel de imagen estamos en el primer nivel y eso nos ayuda mucho. Las administraciones en ese sentido nos valoran bastante, sobre todo porque cada año traemos un gran número de títulos mundiales a España que no pasan desapercibidos. No creo que haya otro deporte con tantos campeones mundiales por año. El CSD nos ayuda mucho, pero es cierto que nosotros a ellos también.
También se ha trabajado mucho para tener presencia en la FIM. ¿Cómo ha cambiado la representación española a nivel internacional en los últimos años?
En la Federación Internacional de Motociclismo España siempre ha tenido mucho peso a nivel de pilotos y resultados, porque ganamos año tras año. Pero en los años previos a mi llegada, los anteriores gestores no cuidaron la presencia de la RFME dentro de la FIM. Desde el primer día nosotros tratamos de revertir esta situación para poder estar en los órganos de poder y tener decisión. No solo para mejorar el deporte en España sino para mejorarlo a nivel mundial, ya que si mejora una disciplina es bueno para todo el entramado deportivo de cualquier país. Estamos prácticamente en todas las principales comisiones y tenemos a todo un Ignacio Verneda como número dos de este organismo. El peso de la RFME ha cambiado totalmente.
Con tu llegada limitaste el mandato de los presidentes a 8 años. Por tanto, no podrás presentarte a las próximas elecciones. Cuando dejes el cargo la RFME no será la misma que cuando llegaste. ¿Qué cambio principal te gustaría haber llevado a cabo? ¿Cómo te gustaría que se te recordase?
A mí lo que me gustaría es que el deporte motociclista haya mejorado de manera sólida y fuerte tras estos años, no que se me recordase a mí especialmente. Cuando yo deje la presidencia quiero que el motociclismo esté fuerte y que tenga continuidad a largo plazo. También me gustaría que la gente percibiera nuestro deporte como algo positivo a nivel social, pero también que se tuviera en cuenta su valor entre los especialistas como las federaciones territoriales, los pilotos, los técnicos, etc… Nos tenemos que dar cuenta nosotros mismos de que somos importantes y tenemos que trabajar duro para mantener ese nivel, y eso es en lo que me empeñaré en los próximos cuatro años.