Por segunda ocasión en tres años, el piloto de KTM Red Bull, Cooper Webb, afronta una temporada de AMA Supercross con el #1 en su dorsal y la intención de alcanzar aún más gloria. Para el piloto de 26 años, 2022 será el año con mayor exigencia en su carrera. ¿Por qué? Le pedimos que nos lo explique.
En 2019, Cooper Webb fue reclutado por KTM Red Bull, donde cómodamente ocupó la plaza del recién retirado Ryan Dungey. El piloto de Carolina del Norte sintonizó rápidamente con su nueva KTM 450 SX-F Factory Edition y con todo el equipo de Ian Harrison, alzando el codiciado trofeo de campeón de 450SX de AMA Supercross en su primer intento con la marca. Webb repitió ese logro con una segunda corona en 2021 mientras la pandemia seguía mermando la forma y el desarrollo del certamen estadounidense.
Para 2022, el AMA Supercross se perfila a ser un poco más ‘normal’. Las series están programadas para visitar California por vez primera desde 2019, con un calendario que contará con una abanico de 17 pruebas, las 12 primeras en fechas consecutivas, desde el sábado 8 de enero en Anaheim hasta la cita en Seattle del día 26 de marzo.
El entorno de Webb ha sufrido variaciones de cara a su cuarto año con KTM. Ya no trabaja con el entrenador Aldon Baker, y actualmente su preparación se desarrolla en un campo de entrenamiento distinco, ubicado en Florida, en donde está descubriendo las ventajas de su nueva KTM 450 SX-F Factory Edition. Además, tiene un nuevo compañero de equipo, su viejo amigo Aaron Plessinger.
En vísperas del estreno de Anaheim y durante este invierno de cambios, contactamos con Webb para una rápida charla vía FaceTime para evaluar sus perspectivas de cara al 2022.
“Para mí los cambios son siempre buenos”, comenta desde su coche rumbo a la pista de entrenamiento. “Soy alguien que siempre está ansioso por mejorar, y aunque los dos últimos años han sido exitosos, de una u otra manera el deporte siempre está evolucionando. Creo que hay que ver cómo superar el listón y los límites. Como piloto, conozco mi capacidad y creo en ella, y quiero dar lo mejor de mí cada vez que salgo a pista. Hemos hecho algunos cambios este año, pero creo que serán beneficiosos”.
Trabajaste con dos entrenadores sudafricanos [Aldon Baker y Tyla Rattray], teniendo un efecto asombroso, pero ahora tomas un rumbo diferente.
Actualmente estoy con Michael Byrne, ese es el plan. He trabajado con diferentes personas a lo largo de mi carrera y eso me ha ayudado a obtener más experiencia. Michael fue mi coach en la parte de pilotaje, y Aldon fue mi entrenador el año pasado, y resultó muy provechoso. Muchas cosas han variado en las instalaciones de Baker, y sentí que necesitaba un cambio de ritmo. Quiero ver si puedo tener un poco más de éxito del que he tenido hasta ahora.
A tus 26 años, debes saber lo que quieres –física y mentalmente– para competir.
Así es, uno va adquiriendo experiencia con el tiempo. Quien me conozca te dirá que este movimiento no es por falta de motivación. El titular es que los programas de Aldon son muy buenos y exigentes, pero también hay una razón por la cual los pilotos se retiran a la edad que estoy alcanzando ahora. No quiero retirarme a los 26. Solo quise cambiar lo que hacía, además siento que me quedan muchos años para seguir ganando campeonatos. En el futuro quiero poner más énfasis en el motocross, ya que, siendo completamente sincero, mis últimas tres temporadas no han sido buenas en esta especialidad. En Supercross, creo que puedo ser considerado como un aspirante al título, y de hecho este año tengo como objetivo ir a por mi tercer campeonato. En general, este cambio ha sido realmente bueno para mí. En lo físico me siento genial y estoy pilotando mejor que nunca, y me encuentro en un buen estado de ánimo para la nueva temporada.
Habrás recibido muchas preguntas sobre la nueva KTM 450 SX-F Factory Edition. ¿Qué es lo que más te gusta de ella? ¿En qué se diferencia de la versión anterior, que tanto ganó?
¡Fue todo un secreto! Fue complicado mantenerlo todo en secreto. Rodé con ella por primera vez hace un par de años atrás, y luego monté el modelo actual a mediados de octubre. Intentábamos rodar y llevar a cabo los tests sin que nadie nos viese, porque no se iba a desvelar hasta mediados de diciembre. Pude estar en California y desarrollar la moto junto a cada miembro del equipo, uno a uno. Al ser todo completamente nuevo, no había piezas del año anterior que pudiéramos usar, lo cual fue bueno para que todos aprendiéramos juntos, y en mi caso porque podía decir las cosas que me gustaban y las que no. Ya había una base gracias a los pilotos de pruebas, y pude trabajar sobre ella en la pista de supercross. Lo más importante es que resulta muy fácil de conducir, demasiado. Lo hace todo muy bien y es un gran paso en la dirección correcta para pulir la zona de whoops en una pista. También dobla de manera increíble, y yo, al ser un tipo de baja estatura, es como si se adaptara un poco más a mi estilo, lo que significa que puedo sacar todo su potencial.
Otro nuevo aspecto en el equipo es la presencia de Aaron [Plessinger]. ¿De qué manera influye eso?
¡Es genial! Somos muy buenos amigos, y lo somos desde que éramos unos niños. Él es un poco como yo. A mí me gusta que haya una atmósfera relajada, y solemos bromear y divertirnos. Pero cuando nos ponemos el casco, es algo así como decir: “Es la hora”. En el pasado fuimos compañeros de equipo y de entrenamientos. Nos llevamos muy bien y compartimos amigos. Creo que será una temporada divertida. Cuando tienes en el horizonte 17 pruebas de supercross y 12 de motocross, todo se puede volver un tanto monótono, por lo que tener a alguien que comparte la misma rutina y el mismo calendario, así como las mismas alegrías y penas de un día de carrera, será agradable.
El Supercross de 2022 debería traer más variedad en comparación con los dos anteriores campeonatos, que se vieron afectados por la pandemia. Ese debe ser otro punto positivo para la temporada entrante.
Estoy súper emocionado por el hecho de que el campeonato pueda ser un poco más ‘normal’. Con todo lo que está sucediendo, fue genial haber podido competir en las dos últimas temporadas –a pesar del calendario condicionado que teníamos–, pero creo que lo que corresponde son 17 pruebas en 17 escenarios diferentes. De eso se trata en Supercross: de viajar por distintas ciudades, aprender nuevas pistas en diferentes estadios con diferentes tipos de terreno. Es algo lo que siempre he disfrutado, por lo que es bueno volver a contar con esa variedad. Tendremos estadios de béisbol, de fútbol americano, y el tipo de superficie cambiará cada fin de semana. Para los aficionados no habrá limitación de aforo para asistir a las carreras, y podremos volver a Anaheim, fue raro no competir allí el año anterior.
Por el momento, los documentales del estilo “detrás de la escena” parecen ser una tendencia popular para ganar nuevos aficionados y conocer a los personajes y las historias del deporte. ¿Te gustaría ver o participar en algo similar dentro del Supercross?
¡Oh, por supuesto! Sé que ahora mismo Red Bull está apostando mucho por Moto Spy Series, y eso sí es muy del estilo “detrás de la escenas”. Pienso que es un género muy atractivo para los aficionados, y es lo que quieren ver. En mi opinión, las carreras de supercross y motocross son las más emocionantes del mundo del motor, pero los aficionados no pueden disfrutar de muchas de las cosas que hay detrás, de los equipos, de la preparación,… Hay muchas cosas que podrían contribuir a hacer crecer las audiencias. Me encantaría poder formar parte de un aparato mediático de ese estilo, y espero que el supercross pueda llegar a un nivel que atraiga a una plataforma como Amazon o a un equivalente.
Hace un momento mencionaste algo sobre la motivación. En 2021 reeditaste tu título de 2019. ¿Qué te hace seguir adelante? ¿Qué es lo que te hace querer ir a por más?
Me encuentro en una buena situación, en la que sé lo que me activa y lo que me impulsa. Creo que es un instinto competitivo innato, es el querer ganar por naturaleza, y no hay sentimiento que pueda reemplazar eso. Jamás. Luego está la búsqueda de la mejor versión de ti mismo y preguntarte cosas sobre los límites. Competir me ha permitido hacer eso. Una de las cosas que más me motiva es cuando se duda de mí o se me cuestiona, o cuando la gente me dice que no puedo hacer algo: eso me anima a demostrar que están equivocados, pero también a demostrarme a mí mismo que puedo hacerlo. Supongo que suena un poco loco –ganar y luego buscar algo que te haga seguir adelante–, pero estoy en un buen momento en cuanto a mis objetivos y ambiciones para el futuro. Nunca he querido ganar más que ahora.
