Quién nos iba a decir, hace unos pocos años, que la cilindrada que te empieza hacer un piloto de verdad después de dejar los 85cc, pasaría a ser una especie en vías de extinción. Por suerte, aún hay marcas que no solo mantienen la 125cc en su gama, sino que incluso la mejoran año tras año. Esperemos que se mantengan con nosotros durante muchos años más, porque realmente son una herramienta de aprendizaje, con el plus de ser tremendamente divertidas.
Esta vez, el punto de reunión para realizar el comparativo fue en el circuito de Almacelles (Lleida), un espectacular trazado que incluso es escogido por varios pilotos mundialistas para realizar parte de su pretemporada. Tuvimos el placer de compartir opinión y pista con el actual campeón nacional de la categoría 85cc, Gerard Congost, y con Salvador Ubach. Respecto a nuestras protagonistas, pudimos presenciar las nuevas monturas de Ktm, Husqvarna y Yamaha. Cabe destacar que actualmente ni Honda ni Kawasaki disponen de sus respectivos modelos del cuarto de litro en el mercado.
OBLIGATORIO PASAR POR UNA 125cc
Como piloto retirado y actualmente coach de motocross, mi opinión es que, una vez abandona la categoría de 85cc, todo piloto debería realizar al menos un par de años en esta categoría antes de dar el salto a una 4t. Al margen de ser una montura muy ágil y con menos desgaste físico para los jóvenes pilotos, el motor de dos tiempos obliga a trabajar mucho más el pilotaje a nivel de movimientos técnicos, velocidad de reacción y tacto de embrague. Además, sin la transición de la 125cc, el cambio de una 85cc 2t a una 250cc 4t impone más respeto y cuesta más cogerle el feeling. Así pues, muy acertados son los campeonatos o copas mono-marcas que realizan las firmas para potenciar dicha categoría, como sería el caso en nuestro país de la YZ Cup 125 de la mano de Yamaha.
DEL CONCESIONARIO A LAS CARRERAS
Llegado el momento de comenzar la marcha, mi primer contacto es con la Ktm. Esta 125cc te hace sentir como un piloto top, suena fuerte, llena y con carácter. Ya en parado te vas haciendo la idea que el motor será uno de los puntos fuertes, con el plus de roncar muy parecido a una moto de carreras. Con una base motriz ya muy consolidada, para ’18 se ha trabajado en unos nuevos anclajes de culata en aluminio, así como en una nueva centralita CDI que mejora el comportamiento, sobre todo en bajos. Sorprende la rapidez de la respuesta del motor, y teniendo tanto potencial en nuestras manos, merece la pena aprovecharlo. Una vez vamos entrando en calor y empezamos a darle al mango, sacamos las primeras conclusiones, y efectivamente su propulsor es su máxima baza.
Uno de los escenarios más propicios que me vienen a la cabeza para que esta Ktm se luzca es en las salidas de curva y en las subidas: cuantas más, mejor, porque el motor empuja que da gusto. Con una potencia máxima de 40 cv alimentados por un carburador Mikuni TMX de guillotina plana, ofrece menos sensibilidad a las diferencias de altitud y de temperatura, presentando una respuesta limpia y sin vacíos.
El chasis funciona, se adapta bien a nuestras exigencias de scrubs y de gravedad en las curvas, sobre todo en el ecuador del viraje, mostrándose francamente estable, bastante más que en las entradas. Acelerando casi desde cero, también se comporta como una auténtica campeona, traccionando de forma estable y recorriendo metros al mismo tiempo.
La horquilla WP AER de 48mm de diámetro y un recorrido de 300mm funciona, y funciona aún mejor en tramos lentos, como podría ser el caso de los virajes con rodera o peraltes, generando máxima seguridad durante el transcurso de estas. El amortiguador quizá sea donde más flaquea, sobre todo cuando se enfrenta a baches rápidos, donde se muestra inestable tanto en las rectas como en los baches que se hacen justo en las crestas de los saltos.
CUANTAS MÁS CURVAS, MEJOR
Para este 2018, Yamaha apenas ha introducido cambios con referencia al año anterior. Con una base sólida desde 2015, viene con nueva decoración y llantas lacadas en color azul.
El primer punto que nos llama la atención de esta 125 es que, cuando te subes encima justo después de bajarte de cualquiera de sus competidoras, la posición cambia mucho. Ya sentados, el manillar parece estar más cerca, y nuestro cuerpo queda más hundido.
En el momento de enfundarme el casco y empezar a meter marchas, veo que, a diferencia de la Husky y la Ktm, necesito unas vueltas más para adaptarme a ella, aunque me sorprende su facilidad para meterse en las curvas y moverse en gran parte del circuito. El bastidor y el conjunto de las suspensiones son un binomio que funciona a la perfección, porque me doy cuenta que, con la Yamaha, soy capaz de girar cualquier curva más cómodo en comparación con sus rivales, aparte me he sentido muy a gusto con el funcionamiento de las suspensiones, donde la horquilla Kayaba mostraba un tacto muy sensible adaptándose a cualquier situación, y el amortiguador posee un feeling esponjoso verdaderamente cómodo.
Con un peso de 94 kg, se pueden hacer maravillas en el aire, cambiar trayectorias, scrubs y moverla rápido en cualquier imprevisto. El motor nos gusta, es muy progresivo y sin brusquedades, pero tratándose de un comparativo, la Ktm y la Husqvarna parece que están un escalón por encima en este apartado. Se le echa en falta ese pico de potencia en las salidas de curva, obligando a trabajar más con el embrague, y sobre todo en las subidas le haría falta algún caballo más de potencia.
Husqvarna se caracteriza por ser un motor que hace más metros, es decir, se estira mucho, y el hecho de no tener que jugar tanto con el cambio de marchas te permite aprovecharlo más. Con sus 40cv de potencia, es de las más potentes del mercado. Su máximo potencial está sobre todo en los medios y en los bajos, y una vez te vas haciendo a ella puedes ser capaz de rodar muy rápido. Al igual que la SX, una vez sacada de la tienda, solamente con alguna pieza extra ya tienes una moto para competir.
Respecto a la parte ciclo de la TC, el tarado de las suspensiones no acabó de cuajar entre nuestros probadores, el tacto de la horquilla estaba un tanto demasiado sensible y se notaba en exceso cuando pasabas por una zona de baches, sobre todo entrando en curvas.
En cuanto a las suspensiones, la horquilla WP 48 AER es de fácil regulación a través de la válvula de aire y de la bomba de aire suministrada para la precarga y del mando específico para la compresión y la extensión. El amortiguador es también WP, con la botella separada rugosa para facilitar la refrigeración. El anclaje es mediante bieletas y permite una completa regulación.
El chasis de acero va acompañado de un subchasis en fibra de carbono, y aunque el bastidor no destaca como en la Yamaha, se comporta de forma bastante estable en la mayoría de zonas del circuito. Quizá a diferencia de la japonesa, la Husky y la Ktm parece ser que tiene una mayor centralización de masas, ya que infunden mucha estabilidad. Llamó la atención entre nuestros probadores al subirse a la Husqvarna y la Ktm que, aunque son motos que vienen montadas con la misma base, su comportamiento en pista es diferente, de aquí la importancia del tarado de las suspensiones.
ELLOS OPINAN
SALVADOR UBACH
Es verdaderamente complicado establecer un resultado final entre estas tres motos, y más entre la Husky y la Ktm.
De entrada, la Yamaha es a la que menos nota le pondría, aunque me ha sorprendido el rendimiento del amortiguador, funcionando incluso mejor que sus competidoras. No me he acabado de encontrar del todo cómodo con la posición de conducción de esta YZ, factor que me complicaba girar en las curvas.
Otro punto fuerte de la Yamaha son las frenadas, siendo más fácil poder apurar, en cambio el motor tenía una respuesta un tanto pobre en lo que a potencia se refiere, sobre todo en medios y altos, perdiendo algo de tiempo en las subidas.
La Ktm y la Husqvarna tenían un comportamiento muy similar, aunque los settings de las suspensiones de la SXF y la posición del subchasis me han gustado mucho más. En comparación con la Yamaha, el motor de ambas empuja a todos regímenes, y la Ktm en particular mostraba algo más de fuerza en bajos.
GERARD CONGOST
Estoy encantado con el comportamiento de la Ktm. El motor empuja en todo momento y las suspensiones trabajan muy bien, permitiendo entrar muy cómodo en cualquier rodera o zona complicada.
Aunque la Husqvarna tenga un comportamiento muy parecido de motor a la Ktm, los settings de las suspensiones los he encontrado bastante diferentes y menos efectivos, eso me hacía conducir un tanto incómodo y me costaba más entrar en según qué curva.
De la Yamaha destaco su fácil conducción y la facilidad de moverla tanto en saltos como en curvas, pero respecto al motor hay bastante diferencia a la Husqvarna y Yamaha, hecho que le hace restar puntuación en la valoración final.