Barcelona vivió el sábado una noche mágica. Una de esas que los aficionados recordarán durante muchos, muchos años. Con más de 10.000 personas en las gradas del Palau Sant Jordi, el Supercross & Freestyle volvía a la Ciudad Condal después de demasiado tiempo. Aquí empezó la historia en noviembre de 1990 y aquí se disputó ininterrumpidamente el Supercross hasta 2008.
Diez años sin vivir este espectáculo se han hecho muy largos y así lo ha entendido la afición, total y absolutamente entregada a la causa. Con cada adelantamiento, con cada salto y con cada truco… el Sant Jordi rugía. Había muchas ganas de Supercross en Barcelona y eso se ha notado tanto en la pista como también en el graderío.
Si los americanos Grant y Stewart dejaron el pabellón muy alto, como el resto de participantes en la modalidad de supercross en todas las categorías, los seis pilotos de freestyle también arrancaron ovaciones estruendosas del público del Palau Sant Jordi. Dos nombres brillaron con luz propia: el ídolo local y leyenda del Palau, Edgar Torronteras, y el número uno mundial, el francés Tom Pagés. Ambos regalaron al público lo mejor de su repertorio. Edgar, con su único y exclusivo Turndown Whip -que le ha dado medallas en los X-Games- y, por supuesto, Tom Pagés, el reciente medalla de oro en los X-Games 2018 de Australia. El muestrario de trucos del francés dejaba al público de Barcelona con la boca abierta. Por primera vez en el Palau Sant Jordi se ha podido ver -y por dos veces- el impresionante Doble Backflip (doble salto mortal en el aire, sólo al alcance de muy pocos riders en el mundo) y, en la rampa quarterpipe, otra maravilla: el Bike Flip. En este truco el piloto no realiza rotación alguna en el aire, pero lo que sí rota -y 360 grados- es… la moto. Dos trucos impresionantes y del nivel de una ronda de X-Games, como también lo son otras dos “joyas” como el Volt o el 360, los cuales Tom Pagés ejecutó en dos ocasiones cada uno.
Además de Pagés y Torronteras, otro exnúmero uno mundial como Dany Torres dejó claro que sigue siendo uno de los riders con la ejecutoria técnica más perfecta. Completó el cartel el Lleides Team de Antonio Navas, Rocky Florensa y Marc Pinyol. Ellos pusieron la guinda al final del espectáculo con el salto en tándem. Dos pilotos a bordo de la moto y que intercambian sus posiciones en pleno vuelo.
Lo dicho: cuatro horas de espectáculo vibrante y sin descanso que dejó a los aficionados contando los días que faltan para el Supercross & Freestyle de Barcelona de 2019.