Jorge Prado espera llegar en plenas facultades a la decimotercera ronda del Mundial de MX2, que se llevará a cabo en dos semanas en la República Checa.
El joven de dieciséis años sufrió una insolación en el Gran Premio de Lombardía y su estado de forma se vio también perjudicado en el Gran Premio de Portugal, donde abandonó en la primera manga y su equipo decidió que no corriera y descansara en la segunda.
Tras estos inconvenientes, el español está desde la carrera de Águeda en Galicia, donde descansa junto a su familia antes de regresar a Bélgica, su residencia desde hace casi media década.
“Ahora soy un piloto de hard-pack, así que debería ser bueno”, bromeó ante su próximo desafío en la República Checa: uno de los terrenos más complicados del Mundial. “Nunca he estado en Loket, será algo nuevo para mí. Voy a estar viendo vídeos y de lo que he visto hasta ahora es como Arco así que debería ser bueno para mí. Espero poder cargar las baterías y tener un buen GP porque ha pasado mucho tiempo desde que me subí al podio por última vez y realmente extraño esa sensación. Sé que puedo hacerlo”.
Arco, en abril, fue la última vez que Prado descorchó champagne y los dos últimos grandes premios, que han sido muy difíciles, lo han relegado hasta la octava posición de la clasificación provisional de MX2.