Victor Alonso Rodilla ha escrito una nueva página en la historia del motocross español. Nunca antes un piloto nacional se había proclamado Campeón IA2 (MX2) de Japón, un Campeonato del que conocemos más bien poco, pero que goza de un prestigio enorme por la gran importancia que le atribuyen los fabricantes nacionales como Yamaha, Honda o Kawasaki. Cultura radicalmente diferente, distintos formatos de carrera, nuevos competidores y circuitos, todo representaba un nuevo reto en sí mismo para Victor, que finalmente pudo conseguir el objetivo con el que cogió el avión y cruzó medio mundo, el de alzarse con el título tras completar una temporada muy meritoria en la que ha acabado acumulando 10 victorias de manga y 4 triunfos globales.
Reportaje publicado en Onboard Magazine #139 – Noviembre 2023
¡Victor, enhorabuena! Campeón IA2 (MX2) de Japón, ¿Cómo sienta eso?
Sienta muy bien, la verdad, porque después de un inicio de temporada en el Campeonato de España un poco duro, con bastantes errores, ahora he sentido que precisamente esos fallos me han ayudado a gestionar mucho mejor este Campeonato y a conseguir finalmente un título que significa mucho para mí, porque es el primero, y porque era el principal objetivo cuando tomamos la decisión de ir a Japón.
Llegabas con 28 puntos de ventaja a esta última carrera. ¿Presión, nervios? ¿Cómo gestionaste el fin de semana?
Así es, además daba la casualidad de que en esta última carrera se puntuaba diferente, ya que daban 3 puntos extra a las puntuaciones standard de modo que el primero ganaba 28 puntos. El sábado realmente no sentí nada diferente, como cualquier otro fin de semana, pero ya por la noche, en calma, empezaron a aparecer algo más de nervios y el domingo por la mañana también, pero no me afectaron negativamente, intenté utilizarlos como fuente de energía para salir y dar el máximo y funcionó, porque piloté cómodo y me pude desenvolver bien en las mangas. Creo que lo gestioné muy bien, no me obsesioné con adelantar rápido al principio de ambas mangas, poco a poco fui progresando y cuando lo tuve claro apreté para colocarme líder. Concluir el Campeonato con un 1-1 fue muy bonito.
Un inicio de temporada muy sólido, luego un par de carreras en las que costó un poco más, y lo cierras nuevamente a un gran nivel. Explícanos un poco las distintas etapas que ha tenido la temporada.
Sí, empezamos bien, aunque en la primera carrera tuve una pequeña caída que me dejó con un 0 en la segunda manga. Después de las primeras carreras volví a casa y tuve otra caída entrenando en Francia, la cual me dejó 3 semanas sin poder ir en moto. Fue aquí cuando empezó un poco mi mala racha en la que se juntó, por un lado, que no estaba aún al 100%, y también algo de mala suerte. Afortunadamente, llevábamos una buena renta y nos pusimos de nuevo a trabajar a tope para volver a nuestra mejor versión. Entrenamos muchísimo con mi padre, que ha estado siempre conmigo en Japón, y pudimos pilotar de nuevo a un gran nivel en estas últimas dos carreras que cerraban el Campeonato.
Esta ha sido una experiencia radicalmente diferente a lo que habías vivido hasta el momento. Ahora que ya has completado la temporada, ¿qué es lo que más te ha sorprendido y qué destacarías del D.I.D. All Japan Championship?
Realmente, no es que cambie tanto. Obviamente quizá se nota diferencia al ser un país tan lejano con costumbres y cultura distintas a Europa, pero al final, es un Campeonato de motocross como el que te puedes encontrar en cualquier otro país y la organización es más o menos la misma.
¿Realmente se percibe una involucración directa de las marcas como Yamaha, Kawasaki o Honda para desarrollar sus modelos en el Campeonato?
Yo creo que sí, y bastante, la verdad. Por ejemplo, Yamaha tiene un equipo enfocado exclusivamente a la evolución de la moto, que es en el que está Jay Wilson y su compañero en MX1. Luego, antes de cada carrera, durante la semana, las cuatro marcas principales van con sus pilotos y hacen dos días de test previos al evento donde trabajan en suspensiones y sobre todo, tema de mapas de motor y electrónica de cara a las carreras. La motos Factory llevan también piezas que aún no han llegado a Europa y que sirven de cara a las actualizaciones de futuros modelos.
¿Las motos, se preparan a nivel técnico tan minuciosamente como en Europa? ¿Qué grado de preparación lleva, por ejemplo, tu YZ250F del equipo Auto Brothers?
Sí, en los equipos Factory la verdad es que llevan preparaciones muy buenas, incluso a veces mejores que en Europa, pero por ejemplo yo, en MX2, he corrido con la moto de serie, lo único que montábamos eran las suspensiones KYB Kashima, pero del resto no tocábamos nada porque mi Team Manager decía que ganar con el motor de serie tenía más mérito, así que decidió no tocar nada del motor.
En cuanto a circuitos, en algunos se apreciaban roderas dignas de Mundial MXGP, en cambio otros, se veían más bien planos y poco técnicos…
La verdad es que hay circuitos muy chulos, por ejemplo, en Sugo se había corrido el Mundial, y la mayoría están muy bien cuidados, se hacen muchas roderas. Sí que alguno estaba algo plano pero la mayoría acababan muy destrozados y súper divertidos para correr, así que en general ha estado muy bien competir en trazados en los que no había estado nunca y tener que adaptarme a distintas condiciones y terrenos.
¿Crees que tu paso por el Campeonato Japonés te ha ayudado a seguir progresando como piloto? ¿En qué sentido?
Yo creo que sí. Salimos un poco de la zona de confort y de la rutina, he podido correr con pilotos que no conocía, he hecho nuevas amistades en la otra punta del mundo, nuevos contactos, descubrir también una nueva cultura con la que crecer a nivel personal y obviamente, también como piloto. Así que el mix creo que es muy positivo y estoy muy agradecido a todas las personas que lo han hecho posible.
Y en el plano personal también has vivido en un país de costumbres y cultura muy diferentes…
En esto sí que hay cambio (ríe). Aquí (en Japón) la gente madruga mucho, pero lo cierto es que se hace de día muy temprano. Mi jefe de equipo por ejemplo se levanta a las 5 de la mañana y luego a las 7 de la tarde ya se va a dormir. Nosotros intentamos seguir manteniendo un poco nuestros horarios de España, pero es un poco complicado. La gente también es superrespetuosa, excesivamente diría yo (ríe). Por ejemplo, cuando gané el Campeonato este fin de semana pasado, vino el hijo del jefe preguntándome si tirarme el champán por encima estaba bien, y yo y mi padre nos quedamos… ¡es que esto ni se pregunta! Hay muchísimo respeto, y hay otra anécdota también bastante divertida de un día en el que estábamos todas la marcas de test. Mi padre quería moverse por el circuito en bicicleta porque las distancias eran largas, pero esto es algo que está prohibido, así que ya me ves a mí sentado en una reunión con los responsables de cada marca para pedirles permiso para que pudiera hacerlo sin que nadie se sintiera ofendido. Como digo, muchísimo respeto.