Prueba: KTM SX 250-F FACTORY IKER LARRAÑAGA

En el último número tuvimos la oportunidad de presentaros la moto del campeón de España de Élite MX1, Ander Valentín. Este mes os mostramos la moto del también campeón nacional en la categoría Élite MX2, Iker Larrañaga. Una moto que ha superado con nota una serie de percances durante el certamen nacional debido a una lesión inesperada del piloto vitoriano.

Actualmente KTM se ha ganado el galardón dentro del paddock nacional, siendo uno de los equipos referentes dentro del circo crossero español. Una de las razones principales es la calidad de su equipo y sobre todo la eficacia de sus motos. El equipo liderado por Ferran Serarols, también cuenta con el lesionado José Antonio Butrón en la categoría Élite MX1, quien ha mandado con solvencia durante los últimos años en la categoría reina.

Al igual que la prueba de la moto de Valentín, el staff de KTM nos citó en Roccos Ranch, complejo off-road que incluye las instalaciones del Circuit de Cataluña de velocidad, en Montmeló (Barcelona). Circuito muy rápido, no demasiado técnico pero con mucha variedad de saltos y verdaderamente divertido.

Antes de entrar en acción, estuvimos compartiendo impresiones con Iker sobre su temporada en el nacional y también sobre los secretos de su SX 250f: “una vez más, la temporada del nacional no ha sido nada fácil para mí. Como ya sabéis, las lesiones me han puesto un poco contra las cuerdas de nuevo y llegué a la última carrera con muchas dudas para poder correr. Gracias a mis largas sesiones de recuperación y de estar rodeado de un equipo médico muy competente, pude conseguir ganar las dos mangas en Motorland Aragón y coronarme campeón. Referente a la moto, me he encontrado muy a gusto durante toda la temporada. La dos y medio de serie ya viene con una buena base motriz, solamente montando algunas de las piezas especiales del catálogo Powerparts de KTM hemos conseguido un motor muy competitivo. En el caso de las suspensiones es diferente porque tengo material bastante más exclusivo”.

En lo que al motor se refiere, la moto de Larrañaga tiene un conjunto muy logrado, pero no destaca por su exclusividad en piezas de fábrica. No sucede lo mismo con las suspensiones, esta SX 250f viene con un conjunto «pata negra» montando la horquilla WP Cone Valve de 52 mm, no disponible para cualquier piloto.

Además de las suspensiones WP, ‘lo más vistoso’ de la moto de Iker, destaca especialmente el conjunto del escape Akrapovic, la tapa del embrague Hinson, las estriberas más anchas Geco, las pinzas de freno Brembo, el manillar Domino o el chasis pintado en naranja.

EN ACCIÓN…

Cabe reconocer que las motos oficiales naranjas acostumbran a destacar por su atractivo diseño, combinando colores elegantes y detalles de lo más «pro» que, al subirte encima te da ese plus de motivación. Respecto al puesto mando, nos llama la atención especialmente la colocación hacia el interior de las manetas de freno y embrague, pudiendo coger solamente con los dedos la parte más distal de las mismas manetas. Según nos comenta el mismo Iker, esta forma estratégica le sirve para ahorrar energía en sus brazos porque no le hace falta emplear tanta fuerza al hacer palanca y, en el caso del freno, para obtener más eficiencia a la hora de frenar. De hecho, estos son los detalles que nos atrae de este tipo de pruebas, las curiosidades de cada piloto con su máquina. Referente al resto de detalles, se monta un sillín de la firma Selle Dalla Valle estriado para obtener un mejor grip y puños blandos y manillar sin barra Domino.

Sin cambios en el chasis, la parte ciclo de las KTM’19 se caracteriza por su estabilidad y facilidad de manejo, sobre todo en situaciones de velocidades elevadas y curvas con ángulos no muy cerrados. Por si fuera poco, el factor ‘Factory suspension’ destaca aún más los aspectos comentados, aunque solamente lo pudimos testar bien en tres puntos del circuito, ya que para la ocasión la pista estaba inmaculada y con pocas situaciones de estrés técnico como las roderas o los baches. Cabe destacar que se montan unos radiadores sobredimensionados para contrarrestar el funcionamiento a altas temperaturas.

El rugir de la moto del piloto vitoriano es más bien suave, de hecho cuando vemos rodar a Larrañaga, finura y tacto van cogidos de la mano. Los settings de los mapas vienen «tuneados» desde fábrica, siendo súper progresivos y eficaces en gran parte de los regímenes, especialmente a medio régimen. No destaca especialmente por su gran potencia, pero sí por su eficiencia. Posiblemente un piloto de características con pilotaje agresivo no le sacaría el mismo provecho a esta dos y medio, porque para aprovecharlo bien no hay que abrir el gas «todo de golpe» sino de manera más gradual. Lo bueno del caso es que la misma moto te adiestra para conducirla más a su manera, porque te das cuenta que si no, no se aprovecha bien la potencia de su motor. De hecho, la pista de Roccos Ranch era perfecta para esta moto, rectas y saltos rapidísimos. Por lo que respecta a los frenos, se montan discos Galfer acompañados de bombas Brembo teñidas en color gris, más vistosas y con un toque oficial, pero que tienen un funcionamiento muy similar a las de serie.

La moto de Larrañaga es una montura de carácter propio, destacando principalmente su excelente entrega potencia gradual, y que, conjuntamente a la eficaz parte ciclo del modelo de serie le sumamos el conjunto de las suspensiones factory, tenemos una moto Nº1.