Jorge Prado ha cerrado en el circuito Cózar Motor Ranch una etapa impecable. Con tan solo 23 años ha conseguido cinco títulos mundiales dejando huella en cada temporada que ha entrado en competición a nivel internacional.
La ‘Era Prado’, pese a que ya había dado sobradas muestras de su calidad, comenzó en 2011 con el título de campeón del Mundo y de Europa de 65cc siendo el piloto más joven en conseguir la hazaña… solo diez años y ocho meses y lo hizo en Cingoli, Italia. Continuó adjudicándose cuatro años después el Campeonato de Europa de 125cc, lo que hacía presagiar que su evolución iba a buen ritmo, que el proceso seguía su cauce y que ya se podía soñar en España con volver a tener a un piloto ganador en el Mundial de ‘grandes’ en un futuro.
No tardó en dejar claras sus pretensiones, pues tan solo un año después, en 2016 debutaba en el Mundial de MX2, ponía contra las cuerdas al entonces compañero de equipo Jeffrey Herlings en su casa, Assen, y se subía al podio.
Para 2017, su primer curso a tiempo completo en el Mundial logró el triunfo e hizo sonar el himno de España en Arco di Trento. Era el inicio de una bonita amistad con la primera posición y los cajones de podio.
2018 significó el primer hito… conseguí su primer título de campeón del mundo de MX2… algo que repetiría en 2019 lo que le obligaba a subir a la categoría reina en 2020. Sin duda, un año marcado por la pandemia por Covid-19 que le tocó de lleno, pero en la que se llevó tres Grandes Premios.
Ya fue en 2023 cuando se coronaba como el piloto más regular y rápido de la historia al anotarse su primer Mundial de MXGP…
Y ahora, en Castilla La Mancha, España, su querida España ha servido para celebrar su segundo entorchado tras veinte carreras muy luchadas en las que se ha mantenido la incertidumbre hasta el último momento.
