Estrenamos sección conmemorando a pilotos que marcaron historia en la etapa de los 90 tanto en los campeonatos mundiales como los americanos. Precisamente Jean-Michael Bayle fue de los pilotos que consiguieron ser campeones del mundo, y más tarde fue capaz también de conquistar las Américas ganando campeonatos tanto de supercross como de motocross. El piloto francés tenía un estilo elegante y pulido, donde apenas cometía fallos. Intimidaba a sus oponentes con su rostro serio, y quizás de las temporadas más destacadas fueron las del 1991-92 con batallas cuerpo a cuerpo con Damon Bradshaw o Jeff Stanton. Precisamente fue en 1991 donde coronó el AMA supercross en la categoría de 250cc y los AMA motocross en las categorías de 250cc y 500cc. Ya a sus 19 años se proclamó campeón del mundo de motocross en la categoría de 125cc a los mandos de una Honda, y fue al año siguiente cuando dio el salto a la categoría de 250cc proclamándose también de nuevo campeón del mundo en la categoría reina.
Por si fuera poco, Bayle se convirtió en uno de los pocos pilotos que cambiaron las disciplinas de motociclismo, pasando de los eventos mundiales de motocross a los de velocidad. Compitió en el campeonato del mundo de velocidad en la categoría de 250cc para el equipo de la fábrica Aprilia durante la temporada de 1994, y en 1996 ascendió a la categoría de 500cc para el equipo Kenny Roberts-Yamaha.
Logró una pole position en la categoría de 250cc y 2 poles más en la división de 500cc, pero nunca logró terminar en el podio. En 2002, se unió a Sébastien Gimbert y Nicolas Dussauge para ganar las carreras de resistencia Bol d’or y las 24 Horas de Le Mans. Bayle, al igual que Marc Márquez demostró que todo piloto del motocross podía llegar a hacerse notar también en la velocidad, algo que a día de hoy aun no se ha visto lo contrario, esto demuestra lo completa que es la disciplina del motocross.
