Samuel Nilsson ya está encima de su KTM después de no poder luchar por el título del Nacional MX2 al lesionarse en el warm up de la última cita en Bellpuig.
Samuel Nilsson está de vuelta. Con ilusiones renovadas y tras dejar atrás un capítulo de su vida deportiva que ha marcado su Campeonato de España, el piloto madrileño vuelve a los entrenamientos con la mirada puesta en la segunda mitad del Mundial de Motocross. Hablamos con él para que nos expliqué cuáles son sus planes y cómo vivió aquella fatídica mañana de domingo en la que veía frustradas sus intenciones de proclamarse campeón de España en el trazado internacional de Bellpuig.
“La verdad es que, lo de Bellpuig, fue un golpe duro. Ni si quiera me caí, apoyé mal el pie en una rodera y se me quedó atascado, por lo que, con la inercia que llevaba se empezó a torcer y la estribera iba haciendo palanca. Al principio creí que me había roto el tobillo o algo ahí abajo… dos curvas más tarde me salí del circuito porque no aguantaba el dolor, me bajé de la moto y ya vino la ambulancia, fui a la enfermería y cuando me quitaron la bota tenía el pie muy hinchado y mucho dolor, pero sobre todo estaba jodido, porque sabía que no podía correr ni en broma. El hecho de perder el campeonato de esa manera, sin intentarlo… el dolor al final me daba igual, estaba jodido por no poder salir a pista estando líder. Luego nos fuimos directamente a Madrid a hacer nuevas pruebas médicas. Al final fue un esguince de tercer grado con los ligamentos algo rasgados, pero que no requerían de operación. A los dos días ya empecé a tratarme con mi fisio Javi Guerra y durante dos semanas no hice nada de deporte. Ya este lunes salí con la bici de carretera y ayer probé con la moto. Sigo teniendo alguna molestia, aunque las sensaciones son positivas”.
En cuanto a su reaparición en competición, Nilsson nos explica que “para este fin de semana en Alemania era imposible. Hay que recuperarse lo mejor posible y la próxima carrera que quiero correr es en Loket, República Checa, a mediados de julio”.