Lorenzo Santolino afronta este enero de 2024 su sexta participación en el Dakar, la competición de motor más dura. La carrera arranca el día 5 de enero y se prolongará hasta el 19 del mes. El rally consta de un prólogo y doce etapas en catorce días de competición, discurre un año más por Arabia y llega con novedades como una etapa maratón de 48 horas en la que los pilotos tendrán que arreglarse con lo básico.
El salmantino ha hecho su ‘salida simbólica’ este miércoles desde la Plaza Mayor de Salamanca donde ha estrenado un casco con detalles alusivos a su origen. Allí, ha reconocido que “el objetivo es un top-5”. “El sexto del 2021 fue súper emocionante pero, como como buen deportista, siempre queremos mejorar y ese es el objetivo”, ha reconocido. Santolino ha desgranado las “buenas mejoras en la moto”, con cambios en suspensiones para un mejor comportamiento y cambio para una mayor fiabilidad. Asegura que llega en “un buen momento de forma” dentro de una temporada en la que “a nivel físico” no ha tenido “percances ni lesiones”.
El salmantino ha reconocido que no sabe mucho de lo que les espera en Arabia porque “cada vez dan menos información”, pero sí ha apreciado que “han condensando los kilómetros en menos días de carrera” y está muy atento a la doble etapa maratón, una crono de 48 horas que es “un poco novedad para todos”.
Respecto a favoritos, ha manifestado a los medios presentes que “no sabría decir un nombre” porque ya el año pasado “los ocho primeros días ganaron ocho pilotos distintos” y al final el Dakar “se decidió por 43 segundos”.
El salmantino se estrenó en 2019 tras toda una vida en el motocross y el enduro y desde el primer día se situó entre los mejores pilotos. Aquel 2019 convirtió a Santolino en piloto revelación de los rallys tras un fulgurante estreno que terminó con una dura caída, pero dejando su sello de piloto rápido y a tener en cuenta. A los mandos de la Sherco, la marca con la que ha hecho todas sus participaciones, regresó en 2020 y tuvo que abandonar por lesión, pero ya consolidado entre los mejores de la especialidad.
En 2021 logró el objetivo que la carrera más dura del mundo le había negado en sus dos primeras participaciones en el Dakar. Tras un año muy complicado por la crisis sanitaria y el fallecimiento de su madre por enfermedad, el piloto de Guijuelo pudo dedicarle a su madre la hazaña de llegar a la meta por primera vez con una brillante sexta posición final, siendo el mejor español en motos. El piloto de Sherco lo consiguió en una edición muy emotiva en la que subastó su equipación de carrera en favor de Pyfano, asociación salmantina que trabaja con niños enfermos de cáncer.
En 2022, estuvo siempre entre los mejores, pero unos problemas técnicos le obligaron a cambiar de motor, lo que le relegó a la 11ª posición, pero llegando a meta. En el Dakar 2023, Lorenzo volvió a exhibir un gran ritmo, especialmente en los terrenos más rotos, siempre rondando entre los diez mejores. Un cambio de motor le complicó el objetivo, pero el salmantino se apoyó en su constancia y buen ritmo para escalar hasta la 9ª posición de la clasificación, su segundo mejor resultado.
Para 2024, el salmantino se ha preparado durante toda la temporada personalmente, mejorando la navegación, y ha trabajado en la evolución de la Sherco de rally. La moto ha recibido nuevos ajustes de suspensión y mejoras en el cambio y el motor para conseguir fiabilidad. “Creo que ha sido positivo. Hemos dado un pasito adelante. De hecho, en el Rally de Marruecos estuve constantemente en el grupo de arriba, especialmente en las primeras partes de etapa”, asegura. En cuanto al programa de competición, ha hecho carreras más pequeñas, pero ya se midió a los mejores en Marruecos, donde ha realizado varias concentraciones para entrenar roadbook y testar las mejoras de la moto.
Santolino empezó en las motos muy pronto. Su padre, gran aficionado, le subió a una con 4 años y desde entonces su progresión fue imparable. Tras las primeras carreras empezó a despuntar en el motocross en Castilla y León y a nivel nacional. De hecho, logró ser el primer piloto de especialidades de motor becado en una residencia de alto rendimiento. Tras años de títulos, en los que llegó a disputar el mundial juvenil, le llegó la oportunidad de cambiar de especialidad y pasarse al enduro con el equipo de la Federación Española. Fue campeón del mundo júnior y entró en la órbita de Sherco donde disputó el Mundial absoluto, en el que ganó carreras y fue tercero en E1. La marca le abrió la posibilidad de entrar en el mundo de los rallyes y en el Dakar, donde se ha convertido en protagonista del panorama.