La nueva gama GasGas desde la mirada de un ‘amateur total’

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Son las 7.30 horas de la mañana de un día especial. Soy un piloto amateur total y me dispongo a hacer mi primera prueba de una gama de motos. GasGas hace que ese día no sea un día cualquiera, a mis ya superados, por poco, los cuarenta me enfrentaré a toda la gama de la marca española en el circuito de Polea Camp, en Cunit. El viaje no se largo, pero son tantas los pensamientos que me vienen a la cabeza desde que era niño hasta la actualidad que me dirijo a la jornada de test entre la ilusión de un crío y la madurez que te da la idea de pensar que te enfrentas a motos y no a juguetes, por lo que una mala caída podría distorsionar mis tareas como fotógrafo profesional.  

Soy Juan Pablo Acevedo y espero plasmar de la mejor manera qué siente un amante de las motos, pero no piloto profesional tras más de cinco horas de pruebas con motocicletas de diversas disciplinas. 

Es mi primera prueba para Onboard Magazine y MX1Onboard, una publicación que comencé ahora hace más de diez años gracias a mi pasión por el motocross y el hecho de dedicarme a ello, pero desde los objetivos de mis Canon. 

Esta es mi historia… Siempre hemos contado con Dani Hernández para sacar el mayor jugo a las pruebas de las motos, pero hace tres meses me volví a comprar una KTM EXC 350cc 4T de enduro para sacarme un poco las ganas de ir en moto.

Han sido tan buenas las sensaciones de volverme a sentir un ‘rider’ rodando cada semana, que ahora tengo mono de ir probando nuevas motos. 

El momento de la elección no fue fácil… Yo elegí la 350cc de KTM tras consultar a mucha gente y en especial a Xavi Galindo. La mayoría me recomendó esta moto, porque, decían, era la que mejor se podía adaptar a mi. Es cierto que en el mercado hay un amplio abanico, por lo que quería hacer esta prueba a la que nos invitaron los amigos de GasGas para conocer mucho mejor todo lo que nos podemos encontrar en el mercado.

No me regalaron una moto a los tres ni a los cuatro años… como a la mayoría de chavales que ahora tenemos en los circuitos, por lo que tuve que esperar para hacer el desembolso en mi Uruguay natal y hacer realidad un sueño. Yo he tenido varias motos en mi vida, no muchas, pero sí unas cuantas… y a diferencia de la inmensa mayoría de gente que hace carreras, mi primera moto fue a los 18 años, así que soy un amateur total, como un alto porcentaje de la gente como yo que le gusta disfrutar de la moto de campo un día por semana… la agenda está muy apretada normalmente… A los 21 años tuve mi segunda moto y a los 22… la última, por lo que han pasado más de 20 años hasta que me he vuelto a subir a una propia… 

Como es normal, y tras la adolescencia, sabía que me debía de buscar la vida, aspecto que hizo que me pusiera a estudiar fotografía… esos momentos en los que había otras prioridades económicas y a todo no se podía llegar. 

Dani es un piloto muy profesional, por lo que sabe detectar absolutamente todo lo que tiene una moto y hasta ver los cambios que se han podido realizar de una temporada a otra, un crack!… pero no es mi caso, así que si quieres vivir una prueba diferente del todo… sigue leyendo… daré la visión de un aficionado al cien por cien

GasGas nos dio la oportunidad de probar toda la gama 2021, tanto las motos de enduro como las de motocross, pero nos vamos a centrar en las de enduro, ya que, creo, que el piloto aficionado de motocross está mucho más preparado para cualquier cosa que un piloto aficionado en enduro. Yo no me veo preparado para probar motos de cross, eso lo tiene que hacer alguien que entrena regularmente y hasta que dé saltos… y yo a circuitos de cross voy, pero desde otra perspectiva, como ya bien sabéis. También tenemos la posibilidad de probar la bicicleta eléctrica, por lo que aquí va todo…

Al aparcar en Polea Camp lo primero que nos hacen es un test de antígenos. Y es que toda precaución es poca con la que está cayendo… hace un día nublado pero rápido llega el calor y más para mí nada más me bajo de la primera moto. Estamos divididos en cuatro grupos y a mi me toca empezar con el trial… una experiencia casi nueva. Había probado en un pasado muy pasado, aunque nunca había tenido la ocasión de hacerlo de este modo tan profesional. Dos profesores de lujo como son Albert Cabestany y Laia Sanz son los que se encargan de este ‘Paquito’ de la prensa. Primero damos una vuelta y luego nos enseñan cómo superar cuatro zonas, que la verdad es que estaban muy bien.

Trial

Se trata de un concepto muy alejado a la disciplina de enduro. Es una moto divertida, pero se necesitan muchas horas para poderla disfrutar de verdad, que lo consigues cuando coges confianza, sobre todo al tacto. Es una máquina rígida, que no pesa… yo solo intenté bajar un escalón un poco grande y, acostumbrado a la moto de enduro que se lo come todo, con solo caer me vibraron hasta los dientes. El caso del gas es muy directo, con solo acariciarlo ya sales, algo que debe ir muy bien para el trial, pero cuando uno como yo ya está cansado después de una hora de rodar, según cómo aceleras puedes cometer un error y la moto sale disparada. La primera que probé fue la 250 de dos tiempos y la verdad es que fui de menos a más y me estuve divirtiendo mucho. Laia se centró en explicarme la posición del cuerpo, que es esencial, luego ya pasé a la 280 y me costó un poco más. No sé si tenía y el embrague me patinaba más en el momento de hacer las zonas. Luego ya me dejaron la 300 Factory, que es otro nivel. Viene con todos los detalles habidos y por haber… es la que usa Cabestany y cuenta con todos los extras y muchas piezas de carbono. Era más fácil de manejar que las anteriores, se notaba mucha más potencia… pero vamos, que para el aficionado que le gusta la moto de trial, con GasGas no puedes tener fallo: de 125cc a 300cc varias oportunidades para todo lo que quieras. Unas máquinas que también van bien para esos endureros en el aspecto de poder conseguir una mayor técnica. Ya se ve a Laia cómo va en el Dakar… una fuera de serie. 

Enduro: 

Me tocó por fin probar las motos de enduro. Era mi momento… poner en práctica, o no, todo lo que había avanzado, o no, en mis salidas con mi amigo Guille. Pensaba que ya tenía la 350cc por la mano y quise decantarme por la GasGas 300, que era la que muchos de los compañeros allí presentes dijeron que estaba mejor. Una moto con escape estándar y cartucho de suspensión cerrado y después de dar siete u ocho vueltas al circuito que habían preparado he visto que me cansaba más, derrapaba más, por lo que me he pasado a una 350cc con escape Akrapovic, suspensiones de serie y algún extra más y me ha sido mucho más fácil acoplarme… ya volvía a encontrar buenas sensaciones como la moto que tengo en casa. Empecé, en ese momento, a rodar mejor sin derrapes que no hacían falta y haciendo las subidas más fáciles. En suma, una moto, para mí, mucho, pero mucho más sencilla de llevar que la 300, que era más exigente. Posiblemente si estás en mejor estado de forma logres que la 300 te vaya mejor, pero, a simple vista, para mí ha sido una moto mucho más cansada. Por último, me decanto por una 350 sin escape, pero con unas suspensions pata negra que su precio ronda los 3.000 euros. 

Posteriormente me pasé a la 300cc estándar, pero con suspensiones buenas, aunque no me he sentido nada cómodo. Las suspensiones, posiblemente estarían preparadas para un piloto mucho más pro, y las noté muy duras… a lo mejor iba más rápido, pero para un amateur como yo esto no sirve. Además, habían movido las manetas y estaba muy lejos, así que cuando frenaba me agarrotaba un poco los brazos. 

Ya después de un rato, me pasé a la 250 4T y volví a divertirme muchísimo. En este caso la moto era estándar, pero aceleras a fondo y responde muy bien. Cabe destacar que había una subida muy grande que con la 350cc no tenías apenas complicaciones, pero con esta he intentado subirla en segunda y me he vuelto para atrás para coger un mayor impulso. Para un circuito muy ratonero como en el que estábamos rodando, la 250cc fue todo un lujo. 

La última moto de enduro que he probado ha sido la 250 2T, que venía preparada con algunos extras, como el escape FMF… pero me vuelve a pasar como con la 300cc. Es divertida, porque tiene ese qué de las dos tiempos, que siempre nos enamora, pero a su vez es muy exigente. Como siempre, cuando pasas de una 4T a una 2T sabes que con la primera vas subiendo a ‘modo tractor’ y que con la otra hay que entrar con más nervio, porque si no se queda. Además, algo que me he dado cuenta con esta moto y la 300 es que en bajadas muy pronunciadas, que en esta caso contábamos con dos, les cuesta mucho retener y tienes que jugar mucho más con el freno. Sin duda ha sido un placer poder probarlas todas, aunque me sigo quedando con la 350cc para el día a día de un endurero de mi perfil. Eso sí, con la 250 te diviertes mucho en circuito cerrado, pero puede quedarse algo corta en otros aspectos más exigentes. 

Para mí la ganadora es la 350cc, porqué aunque lleve suspensiones de serie, son muy blandas y van más que sobradas… hablando con la gente de WP hay un kit que ronda los 1.000 euros que te hacen el cartucho de delante y el amortiguador… puedes ser una buena opción, pero lo que lleva de fábrica ya es muy buen material y adaptado a un ‘dominguero’ de mi nivel. Haciéndole una buena revisión una vez al año, vas más que sobrado. 

Ya con las 2T pienso que puede estar dirigida a un amateur, pero con un nivel superior por la exigencia que se necesita en el pilotaje. 

Me apasiona el motocross, pero me falta nivel

Por último, nos pasamos a mi auténtica pasión, el motocross. Quise comenzar por una moto de menor cilindrada como es la 125cc y después de dar varios giros y sentirme Antonio Cairoli en sus inicios solo pude coger una 450cc… que eso sí que es otro mundo. Iba equipada a full y, hay que ser sinceros, es una máquina demasiado potente para alguien como yo. Di seis giros y vi que no estaba hecha para mí… aunque después pasé a la 450cc de serie y todavía rodé cuatro vueltas más. Ya estaba bastante cansado y no sabía si quería continuar dando rienda suelta a mi aventura, pero me decanté por el sí, quiero y cogí una 250cc 4T, una moto increíble. Me pegué como unas 20 vueltas al trazado de Polea Camp y se me fue el cansancio en un momento. A pesar de llevar ya cinco horas probando motos me sentía fuerte y con ganas de más…

La verdad es que fue una experiencia única, muy bonita y debo agradecérselo a todas y cada una de las personas que lo han hecho posible. Desde Noelia a toda la corporación GasGas y cómo no, a todos los que habéis confiado en mi durante todos estos años para poder continuar con esta publicación. 

Tras mi montaña rusa de sensaciones en Polea Camp espero poder daros mi visión, sin la cámara de fotos, en más ocasiones… que tiemble Dani Hernández! 

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