No hay duda de que nuestro Jorge Prado está de moda. Una semana después de ganar el Campeonato del Mundo de MX2 y después de celebrarlo a lo grande, el chaval gallego ha asombrado al mundo con una increíble actuación en el Motocross de las Naciones, considerado el Mundial por equipos. En territorio hostil, en la Meca del motocross, frente a los mejores del Mundial y los mejores del campeonato americano, Prado volvió a ser el mejor de su categoría. Pero no contento con eso, el lucense se permitió la “chulería” de pelear codo con codo con todas las motos de 450 c.c., pilotadas por los mejores del mundo, y terminar sus dos mangas en tercera posición.
Tiene diecisiete años y siempre hay que repetirlo para que no se olvide, porque en la pista no se nota. No lo notó el campeón americano Aaron Plessinger, que había comentado que ningún piloto europeo le inquietaba y que no pudo ver ni de lejos la espalda del “galleguiño”. Mientras Prado peleaba en cabeza con las motos grandes, el de Yamaha sufría en las profunidadades de la clasificación. Tampoco lo notó Eli Tomac o el mismísimo Toni Cairoli o tantos otros de los grandes astros del AMA y de MXGP que veían como un “niñato” recién llegado y con una moto claramente inferior en potencia les mojaba la oreja en una pista mítica.
El formato del Motocross de las Naciones es lo que le hace ser la carrera más esperada del año. Cada nación participa con sus tres mejores pilotos y cada uno lo hace en su categoría en las mangas del sábado: MX2 (250), MXGP (450) y Open (libre elección). Ya el domingo se enfrentan todos los pilotos entre sí en tres mangas mixtas, con lo cual cada piloto termina corriendo dos mangas, una contra cada una de las otras dos categorías. Para confeccionar la clasificación por equipos, se suman los cinco mejores resultados de cada país y se descarta el sexto. Lo único que está claro del sistema es que los pilotos de MX2 tienen las de perder porque compiten en sus dos mangas contra 20 motos de 450 c.c. que evidentemente están muy por encima de sus 250 c.c. y más aún cuando el terreno está tan pesado como el de Red Bud.
España llegaba a Illinois con un equipo más equilibrado que nunca, su líder indiscutible el recientemente proclamado Campeón del Mundo de MX2,
Jorge Prado; en MXGP llevaba su KTM 450 nuestro mejor hombre en el Mundial de la clase máxima, José Butrón; y como tercer piloto, en Open, Carlos Campano, el andaluz que fuera Campeón del Mundo de MX3 y que ahora domina el motocross brasileño. Con todo eso, nadie contaba con
ellos para la lucha por las medallas y el objetivo era meterse entre los diez primeros. Pues bien, a más de uno se le nubló la vista cuando vio en los últimos compases de la segunda manga que el equipo rojigualda lideraba la clasificación provisional como producto de la hazaña de Jorge y de una más que brillante actuación de Butrón y Campano. Al final fueron octavos, un resultado muy bueno en esta competición donde nuestro país en los últimos años había tenido actuaciones bastante flojas, echando de menos los tiempos de Vico y Barragán.
El siempre espectacular circuito de Red Bud estaba más deslucido que en otras ocasiones. Las tormentas de los dos últimos días dejaron la pista
muy embarrada y resbaladiza y de alguna manera marcó el devenir de las mangas. En una pelea por mantenerse en pie y por limpiar el barro de las
gafas, los pilotos sufrieron durante todo el fin de semana, sobre todo en cada uno de los adelantamientos. Quizás por eso Estados Unidos, que
partía como el gran favorito por correr en casa vio como Francia, Holanda o Italia le quitaban el protagonismo. Mientras Tomac, Barcia y Plessinger se rebozaban en el barro y peleaban sin pasar de la mediocridad, los holandeses Herlings y Coldenhoff navegaban a la perfección en el barro y se hacían con la victoria en las mangas. La primera de las cuestiones estaba resuelta, el pique USA-Europa, en casa de los yankees, terminaba con una humillación para los americanos ante su público. La otra, el equipo ganador, volvía a estar muy igualado, pero una vez más, el combinado francés, con Paulin, Ferrandis y Tixier, se llevaba el gato al agua por delante de Italia y Holanda.
Sin embargo, lo que quedará en la memoria de quienes presenciaron esta edición 2018 de “Las Naciones” es la actuación del Campeón del Mundo de
MX2, que en sus dos mangas arrancó en segunda posición, peleó con los más grandes y terminó en tercera posición en inferioridad técnica. En la
manga inicial se permitió el lujo de liderar durante siete vueltas hasta que dio paso a Herlings y Paulin y en la segunda rodó en segunda posición hasta que al final fue superado por Lawrence. Jorge Prado ganó la clasificación individual de su categoría, lideró el equipo español hasta un meritorio octavo puesto y dejó su tarjeta de visita en Estados Unidos, el país donde más pasión hay por este deporte. Prado, que subió al podio a recoger su trofeo como ganador de MX2 y como piloto revelación (de manos del mítico Ricky Carmichael) estaba exultante:
“Venía a esta carrera con una motivación especial después de ganar el título y con ganas de medir las fuerzas y el nivel con los americanos y la verdad es que he disfrutado mucho. He arrancado bien en las dos mangas porque me he metido por dentro en la primera curva para pasar a las 450 y después lo he dado todo para aguantar las dos mangas entre los tres primeros. Es otro sueño tener una actuación así en este circuito y con este público y además mis compañeros Carlos y José también han hecho una buena carrera y nos vamos de aquí con muy buen sabor de boca”. De esta forma acaba la temporada 2018 de motocross, la temporada en la que vivimos un sueño llamado Jorge Prado, que nadie nos despierte.