Jeffrey Herlings, Un campeón de la cabeza a los pies

De Jeffrey Herlings poco hay que decir… o mucho. El piloto holandés se ha proclamado campeón del Mundo de MXGP en 2018 por primera vez en su historia y todo apunta a que no será la última vez. Sus números son desgarradores este año: quince grandes premios ganados hasta la fecha y solo se ha visto superado por Antonio Cairoli en dos ocasiones (Argentina y España) y una por Clement Desalle, en Rusia. Eso estando en pista, ya que, como siempre sucede, The Bullet también se ha tenido que perder una carrera por lesión. Fue en el Gran Premio de Lombardía al sufrir una fractura de clavícula en un entrenamiento rutinario la semana de antes.

Ya en 2017, en su año de debut en la categoría reina, Herlings había dejado claro que le iba a poner las cosas muy complicadas a Cairoli. Por aquel entonces no se llevó el gato al agua, con permiso del italiano que a la postre fue el vencedor del título, al comenzar la temporada muy tocado por una lesión.

No obstante, cuando comenzó a sentir bien su progresión fue imparable dejando atrás a Tim Gajser o Romain Febvre que se habían llevado los cetros en juego las temporadas 2015 y 2016.

Argentina daba el pistoletazo de salida al Mundial 2018. Cairoli fue quien pegó primero al llevarse los primeros 25 puntos en juego, aunque rápidamente devolvió la estocada Herlings. Victoria en la segunda carrera y primera posición para estrenar un año espectacular. En su casa, Valkenswaard, no dio opción sumando cincuenta puntos más y ya distanciándose en la tabla clasificatoria. No obstante, llegó el Gran Premio de la Comunitat Valenciana. El trazado de RedSand no vio a The Bullet a su máximo nivel, pese a tratarse de un terreno arenoso. Dos segundas posiciones y el italiano volvía a dejar claro su experimentado pilotaje para ascender de nuevo al lugar al que nos ha acostumbrado en la época moderna del motocross, el más alto.

A partir de ese momento y hasta quedar fuera de juego por lesión, Jeffrey Herlings ha cogido una tónica lineal que tan solo han podido anular Clement Desalle y el propio Cairoli, únicos dos pilotos que han empañado un Cum Laude como la copa de un pino.

Con los deberes más que hechos y revisados, Herlings llegaba a Assen para dar el mazazo definitivo. Con una décimo sexta plaza le valía para proclamarse campeón del Mundo. Finalmente, y dejando atrás cualquier tipo de fantasma, acababa ganando ya en la primera manga, por lo que se alzaba con su bien más preciado en Holanda a las primeras de cambio.

Estamos hablando de un auténtico pura sangre. De alguien al que su ambición le hace mucho mejor a diferencia de lo que sucede a gran parte de los seres humanos, que no saben o sabemos soportar la presión y acabamos siendo víctimas de nuestros propios objetivos.

Tan solo hace falta encontrarte con él en un entrenamiento de pretemporada en cualquiera de los circuitos del mundo y te quedarán claras cuales son sus intenciones. Con un físico perfecto, Herlings llega a la hora correcta al trazado acompañado por su mecánico, se prepara, se sube a la moto, hace dos mangas y regresa a su cuartel general para focalizar ya en la sesión de entrenamiento, toque la que toque, vespertina. Además tiene la virtud de estudiar en dos giros el circuito en el que se encuentra, lo que le permite a partir del tercero comenzar a marcar tiempos casi inverosímiles hasta la bandera de cuadros virtual. Alucinante.

Pero, es que, señores, estamos hablando de lo que podríamos denominar como una máquina casi perfecta.

Recién cumplidos los 24 años, el natural de la localidad holandesa de Geldrop tiene un perfil de Wikipedia de lo más característico. En una frase nos dice quien es y ya se deja toda la siguiente información a sus logros como piloto y a las lesiones que ha sufrido.

Y es que una de las frases más repetidas en el paddock del Mundial es la de “el principal rival de Herlings es el propio Herlings”. Ganó tres mundiales de MX2 y se quedó a las puertas de dos más, en 2014 (fractura de fémur) y de 2015 (fractura de cadera). Él fue quien obligó a cambiar la norma a la FIM (Federación Motociclista Internacional) de que si un piloto, pese a no llegar a la edad de 23 años, ganaba tres títulos mundiales o dos seguidos en MX2 debía ascender a la máxima categoría.