Acaba de terminar un duro día de entrenamiento en la pista de Lommel, la catedral de la arena que le vio ganar el año pasado, y se dispone a “apretarse” un buen “steak” con la familia y unos amigos.
Hay siete grados, pero después del temporal de frío y nieve del fin de semana, esto le parece calor. Aún no se ha sacudido del todo el frío de los huesos ni la rabia por ese agridulce resultado: “Todavía duermo mal pensando en la victoria que se me escapó el domingo, tenía que haber ganado en Valkenswaard”. Fue en la segunda manga, cuando se jugaba todo con su compañero Pauls Jonass y tuvo que conformarse con una brillante segunda posición tras varios intentos fallidos de adelantar. En una ocasión fue Jonass quien, en una maniobra cuestionable, le cortó el camino en el salto de meta y después sería un doblado el que dificultara el último ataque en el giro final, el caso es que por muy poco no llegó la primera victoria del año: “Estuve muy cerca. Tenía que haber presionado más, estaba más fuerte y con más velocidad que él. Te aseguro que si tuviera otra oportunidad, no fallaría.”
Exprime los últimos momentos con toda la familia antes de partir hacia España para disputar por primera vez una prueba del Mundial en casa. El viernes viajará a Castellón para ser uno de los principales protagonistas del Gran Premio de la Comunitat Valenciana que por primera vez se celebra en el circuito castellonense de Red Sand. Ya había participado en otros grandes premios en su país, pero como piloto del Europeo; desde que está en la parrilla del Mundial de MX2 aún no ha corrido delante de su público: “Me hace mucha ilusión esta carrera, es algo muy especial, sé que va a venir mucha gente y que voy a estar muy arropado en pista. Tengo muchas ganas”. Además el circuito de Villafamés siempre le ha gustado por encima de lo normal: “Me gusta mucho Red Sand, por el terreno y por el trazado y creo que se me da bastante bien. Es un circuito con muchos saltos en el que no es fácil marcar muchas diferencias así que habrá que apretar en todas las vueltas”.
Tras la pretemporada interrumpida por una lesión de codo que le obligó a parar más de un mes, Jorge ha cogido muy rápido la forma y llega a su gran premio en plenitud física: “Tengo muy buenas sensaciones y llego preparado para luchar al máximo. La lesión me obligó a parar, pero ya habíamos trabajado muy bien el fondo y el físico, así que recuperé bastante rápido el estado de forma”. Tanto que en Argentina marcó el segundo crono y parecía el único capaz de seguir a Jonass, pero una inoportuna caída en la clasificatoria le lastró todo el fin de semana: “Me volví a hacer daño, tuvimos que ir al hospital y, lo que es peor, tuve que salir desde el puesto 28 de parrilla”. Aún así salvó los muebles y se volvió a recuperar rápido para Holanda, donde sumó su primer podio del año.
PREPARACIÓN EN ITALIA
Las pistas de las primeras cinco carreras del año le gustan de una forma especial, cada una tiene un aliciente para él. Las dos próximas de manera distinta, Red Sand por ser su casa y Pietramurata por ser el escenario de su primera victoria en el Mundial hace ahora un año: “Son dos carreras que me hacen muchísima ilusión, en dos terrenos distintos pero con un significado especial para mí. En las dos es importante salir bien y me gustaría hacer el holeshot”. Todavía no ha conseguido ninguno en las cuatro mangas disputadas: “No me preocupa porque he hecho muy buenas salidas. En las dos clasificatorias he hecho el holeshot y en las mangas he salido siempre bien, aunque en Argentina no era fácil con un puesto tan atrás en la parrilla. Quizás la que peor me ha salido ha sido la segunda de Valkenswaard y aún así hice segundo”.
La familia Prado emigró hace más de cinco años de Lugo a Bélgica para estar cerca de su equipo Red Bull-KTM y para entrenar en los mejores circuitos de Europa y acostumbrarse a la arena. Sin embargo este año está pasando casi todo su tiempo en Italia, al oeste de Roma, donde se encuentra la estructura de Claudio de Carli que da apoyo nada más y nada menos que al nueve veces campeón del Mundo, Toni Cairoli. Fue una decisión consensuada entre KTM y los Prado que hoy por hoy parece dar sus frutos: “De momento estoy muy a gusto en Italia. La estructura de Claudio es como una familia, hay mucho más calor humano. Entrenamos juntos, trabajamos juntos y siempre te sientes arropado. Incluso los días libres nos vamos a cenar juntos, pasta, siempre pasta…Estoy feliz”.
-¿Y Cairoli?
-“Nos llevamos muy bien, es simpático y gracioso. Entrenamos juntos y me está sirviendo mucho porque además de ser un gran profesional, va muy deprisa y eso me obliga a esforzarme más para intentar seguirle en los entrenamientos”.
-España, Bélgica, Italia ¿no te vuelves loco?
-“En estos años he aprendido a adaptarme bien a todos los sitios. Yo estoy bien en todas partes. España es mi país y está mi gente, pero también en Bélgica he pasado unos buenos años y en Italia me encuentro muy bien ahora”. Tanto que en esta pretemporada ya le han preguntado varias veces por ese objetivo de probar suerte en el supercross americano y de momento Jorge lo ve con menos prisas que en ocasiones anteriores: “Ahora estoy muy cómodo donde estoy y no me lo planteo. El Mundial es ahora mi máximo objetivo y el supercross siempre me ha gustado y habrá que probarlo algún día, pero de momento estoy centrado en esto”.
“Esto” es ahora mismo el Gran Premio del próximo fin de semana en la arena roja de Castellón, delante de su público: “Espero que disfruten mucho con el espectáculo del Mundial, este año va a haber buenas batallas y esperamos dar un buen espectáculo”. El duro camino sigue para el niño prodigio del motocross con tan solo 17 años. Atrás quedan su título Mundial de 65 c.c., su Europeo de 125 c.c., su récord de precocidad en el podio del mundial… Ahora toca apuntar a lo más alto: “Me gustaría acabar el Mundial entre los cinco primeros” dice con un tinte de prudente madurez, pero ni él mismo se lo cree. Es exigente, inconformista, rápido como nadie y muy ambicioso, Jorge Prado promete pelea.