Luchador, amante del motocross, pilotazo y, en poco tiempo, padre. Él es José Antonio Butrón, un hombre que lleva toda la vida montado en una moto y luchando día a día por sus sueños. Admite ser “de sangre caliente”, algo que, los que le conocemos, nos queda muy patente. Texto: Xavi Francés – Fotos: @jpacevedophoto
Hasta en trece ocasiones se ha convertido en campeón de España y su mayor logro en el Mundial ha sido la medalla de bronce en MX2 en el año 2013. Por aquel entonces Jeffrey Herlings empezaba a dar muestras de su talento y se llevaba el título por delante de otro campeón ahora en momentos complicados, Jordi Tixier.
Pero antes, Butrón, ya había deslumbrado en 2005 cuando se proclamó subcampeón del Mundo Júnior. Tres años después, en 2008, aparecía en Faenza, Italia, en su primera intervención de un panorama mundialista del que no se ha bajado en doce años.
La pasada temporada fue realmente cruda para el de Chiclana de la Frontera. Una lesión entrenando con su equipo en la República Checa le dejó KO a las primeras de cambio del curso. Tan solo se habían disputado cuatro carreras del MXGP y faltaban dos para el final del Nacional de MX1, lo que truncó todos sus objetivos del año. Por un lado, no pudo seguir batallando ante los rivales más rápidos a nivel internacional y, por otro, se quedó sin engrandar hasta los catorce los cetros en su país.
Puede hacer gala de haberse visto las caras con ilustres de nuestro deporte como Joel Roelants o Tyla Rattray, entre muchos otros nombres que todavía siguen en activo.
Si el piloto de KTM TRT es archiconocido, no lo es menos su inseparable familia, entre quien destaca el también José Antonio, su padre. Un progenitor orgulloso de su hijo y con el que hemos querido mantener una breve pero intensa conversación aprovechando la primera cita del Campeonato de España 2020 en Albaida.
“Venimos de una familia que siempre hemos estado vinculados al motociclismo. Yo he hecho enduro, ya no, mi hermano Rafael compitió… de toda la vida hemos estado unidos a este deporte”. No obstante, su profesión dista mucho del mundo de los motores y la gasolina. Las carnicerías Hermanos Butrón son bien conocidas en su tierra y de ahí el gran lema que en muchas ocasiones hemos podido leer y escuchar en los paddocks… “si quieres ser un campeón, come carne de Butrón”.
Sobre una de las mesetas del trazado del Complex del Motor d’Albaida preguntamos, sin que él lo esperara, a Butrón padre sobre los primeros pasos de todo un miura como es su hijo.
“El niño empezó desde muy temprana edad. A los tres o cuatro años ya andaba con sus motos, minimotos… Se sacó la primera licencia a los siete u ocho años, el primer año ya con licencia empezamos a competir y ya son más de dos décadas ahí, dándole…”.
En el mismo salto del circuito levantino estaba el piloto, quien tampoco se nos escapa de varias preguntas rápidas de cómo fueron aquellos recuerdos…
“La primera carrera fue en 1997 con una Kawasaki 60 centímetros cúbicos en mi ciudad, Chiclana de la Frontera, Andalucía. Estaba haciendo una muy buena carrera, creo que primero iba Dany Torres, yo creo que iba tercero y en la última curva antes de acabar la segunda manga se me quedó la moto sin gasolina. Mi padre me ayudó a empujarla para llegar a meta y me descalificaron”. Toda una lástima, ya que podría haber ascendido al podio en su estreno, aunque, seguro, este aspecto le hizo ponerse mucho las pilas desde los primeros compases… muy premonitorio fue lo que le sucedió aquel día al darse cuento a una edad muy temprana de que esto no iba a ser nada fácil.
Ya había plasmado su nombre en una clasificación y ahora quedaba por saber si eso iba a ser fruto de un día o habría una continuidad…
“La verdad es que nunca hubiera creído que llegaríamos hasta aquí”, afirma el padre, pero como él se lo tomaba tan a pecho, adelante, y con esa afición que tiene y esas ganas de llegar, y que nunca tira la toalla, pues nos ha llevado a todos para adelante, y gracias a Dios que nos ha ayudado, y agradecer siempre todas las ayudas que hemos tenido, que por esos hemos podido hacer todo lo que se ha hecho y se hace. Somos obreros y nada más, y podemos presumir de que somos personas honradas y de que estamos muy orgullosos de él y hasta dónde hemos llegado, que es lo que él aspira, a estar siempre en parrilla. Mi mujer lo tiene muy asimilado desde chica también. Es que verlo a él feliz nos pone felices a toda la familia. Verlo en la moto, está contento, y nosotros todos detrás de él”.
Y es que José ‘piloto’ es un tipo concienzudo que en pocas ocasiones se relaja, porque ha tenido siempre muy claro cuáles eran sus objetivos. “Entre mis cualidades creo que destacan que soy luchador, la más. Y entre mis defectos, creo que soy un poco de sangre caliente y a veces actúo sin pensar las cosas. Actúo de forma impulsiva”. Sea como sea, cada uno tiene sus puntos fuertes y sus debilidades, pero sin esa bravura, muy posiblemente, no estaríamos hablando del personaje que se ha ido gestando poco a poco detrás de las vallas de salía.
Un punto que destacar es que en cuanto se le pregunta por referentes no es de los que dan rápidamente el nombre del americano, holandés o belga de turno… él nombra a los de casa, los que han marcado sus pasos y de los que más ha podido aprender por la innegable proximidad: “Mis referentes han sido Javi García Vico y Jonathan Barragán. Si soy sincero, un poco más Barragán porque ha estado más cercano a mí, pero primero Vico y luego Barragán, en el Nacional y en el Mundial”. Claras y concisas sus palabras que denotan la admiración que siente por estas dos grandes figuras del motocross ibérico.
Para llegar a la grandeza de su extraordinario palmarés ha tenido que recorrerse un camino, que en ocasiones no ha sido nada fácil. Pese a lo tortuoso del trazado siempre han tenido a gente que les ha apoyado y que les ha dado ese pequeño empujón para dar rienda suelta a sus sueños.
“En la categoría de 85cc, cuando fuimos a hacer el campeonato del ADAC alemán recibíamos ayuda de varios empresarios de Chiclana. Eran años que estábamos rodando por toda Europa, y gracias a Dios pues teníamos ayuda de la Diputación de Cádiz, de las empresas de Chiclana, del Ayuntamiento… Siempre hemos estado apoyados por ellos, desde luego, y siempre estaremos muy agradecidos”.
A esta complicidad económica de sus convecinos se une algo muy importante para el piloto de KTM… la gente. “A mi club de fans les debo el apoyo que me dan cada día. Gracias a ellos tengo muchos fans, tengo seguidores, tengo una familia que me quiere, tengo amigos por todos los lados de España, tengo muchos amigos por fuera de España que me quieren. Les debo la amistad, el cariño que me tienen, los momentos que pasamos… Sobre todo, un deportista en los momentos malos, como el momento de la lesión que he pasado, te sientes arropado. Un deportista no es solo tiene que entrenar, tiene que luchar, se tienen que unir muchos factores: la felicidad, la cabeza del deportista. Se tienen que unir todos los factores y la gente que te arropa es uno de ellos. Te dan fuerza y energía para estar tantos años arriba”.
Llega el momento de eso mismo, abordar el tema de la múltiple fractura de tobillo del año pasado… ese mismo instante en que a José Antonio padre se le humedecen los ojos al recordar el calvario, auténtico calvario, que vivieron al constatar día a día el dolor y sufrimiento que estaba padeciendo su hijo…
“La última lesión, muy mal, muy mal, muy mal. Él ha estado muy mal. Él lo ha pasado pero muy mal. Se creía que iba a dejar las motos y eso a él… ha estado mal. Y nosotros igual, porque se creía que no iba a montar más en moto. Y la lesión que tuvo, el médico le dijo que veríamos a ver… Pero su ímpetu y sus ganas le han hecho superarse día a día, y eso es lo que nos tiene orgullosos de él, porque él siempre lo da todo. Y él quería verse otra vez en parrilla, este año, y verse otra vez competitivo, y gracias a los cirujanos, a García de Lucas, que es un monstruo, que lo tengo que tener en la gloria, está donde le vemos ahora mismo. Si es que tenemos unos cirujanos en España que hacen verdaderos milagros”.
El #17 también hace referencia a aquellos momentos… por suerte ya desde la lejanía y a toro pasado, aunque siempre quedará en la memoria esos días de lucha continua:
“Antes de entrar en la operación no sabíamos que iba a pasar y como me iba a dejar. Estaba muy preocupado y gracias a dios el médico me dijo que la operación salió bien, que mi tobillo podría funcionar bien en un futuro y que podría seguir montando en moto. Ese momento me hizo muy feliz. Tantas horas en el hospital y tantas horas de rehabilitación y no ver mejorías te hace pensar en lo peor, pero gracias a dios ha salido todo bien y aquí estamos intentando luchar un año más”.
Gracias a Dios, todo salió a pedir de boca y en la actualidad podemos seguir disfrutando de su garra encima de la moto y volveremos a vibrar y dándole ese aliento por colarse en las mejores posiciones de un cada vez más complicado MXGP.
Fueron John Van den Berck y Suzuki los primeros en brindarle la oportunidad de hacer el Mundial. En pocos días pasó de estar en su localidad natal a verse viviendo en pleno corazón de Holanda… sus pasos iban dando frutos y su explosión en 2013, cuando terminó en la tercera posición. Buenos momentos que el piloto nos explica así: “Yo lo recuerdo como si fuera ayer. Aún no me lo explico, aquel año que me salió, las ganas de luchar, como entrenaba, como lo hicimos, podios de MX2 y cómo surgió todo. Después de sufrir bastante en años anteriores de MX2 y lo recuerdo con ilusión y con la esperanza de algún día tener aquella mentalidad de nuevo. Y volver a disfrutar de la moto y de las carreras como disfrutaba en aquella época”.
Mucho más atrás vamos con su padre. Volvemos hasta 2005, otro de los momentos dorados de su historia: “recuerdo el Mundial Junior de manera agridulce, agridulce. Hizo la pole, hizo la vuelta rápida en la crono, en los libres, en el warm up, fue el más rápido en todo el fin de semana. Vino la mala suerte de la maneta, que se le soltó, y perdimos el Campeonato del Mundo. Pero vamos, él lo dio todo y mereció haber ganado el campeonato, que finalmente se llevó Steven Clarke, no se me olvidará nunca, el inglés, con Suzuki, que era muy bueno también. Estaban muchos pilotos muy buenos también que hoy están ahí delante”.
Volvemos a 2020 y hablamos de cómo ha cambiado todo en el Mundial en estos años en los que José Antonio Butrón se ha convertido ya en todo un veterano del paddock.
“El Mundial ha cambiado… Ahora todo es como más profesionalizado. Antes el acceso era más fácil, más accesible para todos. El Mundial antiguamente era más accesible para cualquier piloto y era menos profesionalizado, más campechano. Ahora todo es demasiado profesionalizado y todo un poco estilo Moto GP y Formula 1. Más cerrado, antes era más abierto…”.
A lo que continúa diciendo que “es una lástima, pero el Mundial de Motocross depende mucho del dinero, a no ser que seas un grandísimo talento y te surja la oportunidad también. En el Mundial ahora mismo hay dos factores, o estás en el carro de los equipos oficiales o estás en el carro de los equipos satélite. Antiguamente un piloto con equipo satélite con una moto normal podías hacer frente a un piloto oficial. Hoy en día cada vez estás más lejos por culpa de la electrónica, del desarrollo de las marcas oficiales y de la diferencia de presupuesto que tiene un equipo oficial a un equipo satélite, de ingenieros, mecánicos, técnicos de suspensión y preparadores. Ese escalón es muy grande y por eso creo que Youthstream o alguien deberían de poner más facilidades a los equipos satélite como sucede en Moto GP y quitarles ventaja a los equipos oficiales y darles ayuda a los equipos satélite de alguna manera, con moto o creando algún sistema para que se equipare un poco mejor. Y un piloto que tenga la oportunidad de estar en un equipo oficial pueda plantar cara o despuntar un poco”.
Las cosas, para bien o para no tan bien, son como son y es como se deben afrontar, algo que le queda muy claro a todos los pilotos que forman parte de este elenco de combatientes en el MXGP año tras año.
Matterley Basin, primera cita del Mundial 2020, será un particular reencuentro de José Antonio Butrón con rivales, amigos, compañeros y muchos otros personajes que viven en el paddock semana tras semana. ¿Cómo llegará? Así…
“Físicamente aun no estoy al cien por cien ni voy a estar en breve. Hasta octubre no me quitan los tornillos del tobillo izquierdo. Así que esta temporada me va a costar sufrir mentalmente con el tobillo. Y anímicamente estoy bien, pensando siempre en positivo, en la lesión que he tenido, estoy corriendo, estoy en un buen nivel, no en el que me gustaría, pero yo ya con correr y seguir esta progresión ya estoy feliz. Luchando días tras día no puedo pedirle mucho más, estoy contento”.
Tiene en la actualidad 29 años y muchas ganas por seguir estando al pie del cañón, aunque es consciente de que antes o después todo llega a su fin y ya ha comenzado a dar pequeños pasos de cara a su futuro no inmediato.
“Butrón Motosport es un nombre comercial que se creó pensando en el día de mañana en un posible proyecto de una escuela en mi ciudad. También me gustaría hacer cosas de suspensión de la moto, un taller… tengo 29 años aún y espero seguir corriendo muchos años más. Es cierto que me llegan propuestas para mi futuro, últimamente muchas, pero quiero centrarme en mi carrera profesional y disfrutar todos los años que pueda más y ya veré comercialmente qué sucede conmigo en un futuro. Pero ahora mismo quiero centrarme y he rechazado todas las propuestas que me quitan mucho tiempo para centrarme en mi carrera deportiva”.
2020 será especial también por su inminente paternidad, algo que ilusiona al piloto y, cómo no, a toda la familia… “Ser padre es una nueva motivación para mí, tener un hijo que ojalá le gusten las motos. Es una motivación nueva para seguir luchando y cosas de la vida. Ser padre y que mi hijo cuando me reitre tenga cuatro o cinco años y mi hijo me vea actualmente corriendo a nivel profesional y para mi será una gran satisfacción y estoy muy contento”. El futuro abuelo habla de motos, pero también de otros posibles deportes que tampoco le importarían y que posiblemente le darían un pequeño descanso… “Estamos muy ilusionados con ello. Que salga todo bien y si le gustan las motos, pues que vaya en moto, pero bueno, si le damos una raqueta o una pelota de fútbol, también bien…”. Una bonita entrevista la que hemos tenido con los Butrón padre e hijo, a los que les deseamos lo mejor para el presente y para el día de mañana. Las batallas no acabarán aquí, como tampoco las ganas por continuar con esa sed de victoria a la que el diecisiete nos tiene más que acostumbrados.
