Entrevista Álex Gamboa Montero

Álex Gamboa Montero ha comenzado tarde en esto del motocross, pero ha cogido el hilo muy rápido. De salir con su padre a montar por el campo, un día, ya con trece años, decidió que eso de los circuitos era lo suyo. Y no se equivocó, ya que lleva tan solo tres temporadas en el paddock del Campeonato de España y ya se ha hecho un nombre entre los pilotos que, habitualmente, ocupan el tren delantero del calendario. A sus dieciséis años se toma la competición con filosofía, sabe que el ‘estrellato’ en este sector está muy caro en todos los sentidos y toca con los pies en el suelo siguiendo con sus estudios de Bachillerato. Convive en un espacio en el que sus progenitores tocan mundos tan distanciados como el del mármol y el de la informática, sin embargo se puede ver a la familia al completo en todos y cada uno de los circuitos a los que también les acompaña su hermano Jorge, que va en moto pero ve muy lejos eso de ‘pegarse’ en pista con rivales de entidad cuando cae la valla de salida.

 Álex Gamboa Montero
Entrevista Álex Gamboa Montero

De semblante serio, cambia radicalmente su puesta en escena en el plano corto al no darle miedo ni las entrevistas ni, mucho menos, el lidiar desde la cuarta posición que actualmente ostenta en el Nacional por los lugares de podio. Este 2017 es el primero en que sale a Europa y tiene muy claro que primero hay que absorber todo el aprendizaje y luego dejarse la piel por intentar estar algún día entre las primeras espadas del Mundial, una cima a la que muchos aspiran y muy pocos tienen la oportunidad de llegar. Enrolado bajo la estructura de Francesc Ausió, el Team Yamaha Ausió, cuenta con todos los ingredientes para, como mínimo, continuar creciendo y acabar con el mito de que se debe subirse a una motocicleta casi al dejar la cuna para ser un buen cabeza de cartel.

 

El toledano nos aproxima a su corta historia de vida y como piloto en una entrevista amena… una entrevista en la que no se guarda nada…

-¿Cómo empieza Álex Gamboa en esto de las motos?

-Yo salía con mi padre a rodar por el campo, por los descampados… eso a los cinco o seis años hasta que mi madre dijo que ya bastaba, que le daba miedo. Sin embargo, a los doce años mi padre un día me llevó a rodar a un circuito y, la verdad, es que de inicio me encontré en mi salsa. Me encantó, por eso ahora estoy aquí.

 

-Pero, ¿dónde está ese miedo de tu madre ahora?

-Lo ha tenido que asumir, ha visto que para mí esto es una auténtica pasión… tengo la necesidad de ir en moto, incluso ahora le gusta verme en el circuito y sigue las carreras.

 

-¿Recuerdas dónde fue?

-En Villasequilla, un trazado que está al lado de mi casa y fue a los doce años, muy tarde para empezar, puesto que estamos acostumbrados a que los pilotos empiecen mucho antes. No obstante, creo que le cogí el truco rápido y ahora podemos estar, después de mucho esfuerzo, en las posiciones en que nos encontramos en el Campeonato de España. Cuando vi que lo de los circuitos era lo que me gustaba, el año entre los doce y los trece lo dedico a entrenar durante toda la temporada para luego decidirnos a dar el salto a correr, algo que me hacía mucha ilusión.

 Álex Gamboa Montero
Álex Gamboa Montero

-Hace solo tres temporadas que llegas a un paddock donde hay gente de tu misma edad que ya lleva media vida involucrado en este mundillo… ¿cómo lo vives?

-Lo recuerdo como si fuera hoy mismo. Fue en el Campeonato de España de Albaida… todo se nos hacía muy grande, no conocíamos a nadie y estábamos un poco perdidos. Además, era la primera carrera de la temporada y había muchísimos rivales, pero conseguí clasificar el 39 de 40 en MX85, fue impresionante, genial (ríe). En la primera manga hice el 28 creo recordar y el 22 en la segunda, lo que no está nada mal al ser el inicio.

 

-Pero, para empezar tan atrás… levantaste el vuelo ese mismo año, ¿no?

-Sí, sí, fue espectacular mi progresión, porque en Malpartida de Cáceres ya me quedé en la cuarta posición en la segunda manga y décimo en la clasificación conjunta de la carrera. Ese año empecé con Kawasaki y lo acabé con KTM, por lo que tampoco tenía muy claro por qué marca tenía que decantarme.

 

-Pasas de ir con la familia a las carreras a entrar en un equipo de referencia como es el Team Yamaha Ausió, ¿qué diferencias ves?

-Sí, es el primer año que estoy en una estructura de verdad, grande. La decisión la tomamos porque el gasto era muy elevado para salir al Campeonato de Europa en solitario. Tuve la oportunidad de entrar a formar parte del Team Ausió y ahora tengo que aprovecharlo al máximo. Tengo que dejarme la piel en cada entrenamiento y en cada salida a pista, porque esto es muy costoso. Estar en esta gran estructura supone no tener tanto gasto económico ni tanto estrés para mis padres, ya que los mecánicos lo hacen todo. No se tienen que pegar las palizas de antes lavando motos y demás sin poder ver nada de lo que pasa en las carreras.

Alex Gamboa en acción
Alex Gamboa en acción

-¿Dónde te gustaría llegar?

-Me encantaría estar entre los mejores del mundo algún día… lo que pasa es que hay que entrenar mucho y aprender muchísimo más. Este 2017 es la primera vez que salgo a hacer pruebas del Europeo y lo que tengo que hacer es aprender, absorber todo lo que se me presente por delante y memorizarlo para poner en práctica.

 

-¿Cómo has visto el Europeo? Primera carrera en la arena de Valkenswaard, algo a lo que no debes estar nada acostumbrado, ¿no?

-Hay mucho nivel, ya lo sabíamos, pero cuando ves a los rivales que tienes al lado eres mucho más consciente de que, de momento, son superiores. Era un circuito muy difícil para empezar, pero bueno… de todo tenemos que aprender. Esa es mi mentalidad. Las curvas en arena son muy difíciles, aunque pensaba que también lo serían los saltos, pero vi que no lo son tanto. Eso sí, aprendí rápidamente a pasar los baches lo más rápidos posible… aquello es otro mundo.

 

-¿Cómo va creciendo esta motivación por la competición?

-Yo decidí que quería competir y mi motivación ha ido creciendo día a día. Veía que tenía a rivales que llevaban muchos más años que yo encima de la moto muy cerca y me empecé a motivar yo mismo hasta alcanzarlos…

 

-Llevas pocos años, pero muy intensos… ¿cómo llevas eso de las lesiones?

-Me rompí el húmero y mi madre lo vivió muy de cerca, aunque vio que no me asusté, todo lo contrario, y ella tampoco le dio más importancia de la que realmente tenía.

 

-Por el contrario, ¿cuáles han sido tus mejores momentos?

-Uno de los mejores momentos fue el de ser cuarto en Cáceres con la 85cc y, luego, el tema de aclimatarme de manera progresiva a la 125cc, con la que estoy consiguiendo los resultados que siempre había ansiado. Estar con los mejores y luchar con ellos.

-Además de la competición estás muy centrado en tus estudios…

-Si no hay resultados en el instituto se me acaba esto de la moto, es algo que me han dejado siempre claro. Estudio Primero de Bachillerato y, pese a que me ha quedado Física y Química, sé que la voy a recuperar. Hay que tener algo siempre, me gustaría ser profesor de Secundaria de Educación Física, por lo que quiero cursar los estudios de INEF. A su vez, me puede dar alternativas como ser entrenador de pilotos y seguir en el mundo de las motos en el futuro.

 

-¿Con quién entrenas, en quién confías para seguir mejorando?

-Muchísimo en Jesús y Jonathan Barragán. Entreno la mayor parte de los días con ellos, me aportan lo mejor y son los que realmente han hecho que suba mi nivel.

Mis referentes, además del ahora endurero Jonathan Barragán, son Jorge Prado y Jeffrey Herlings, me encanta su forma de pilotar y la manera que viven el motocross.

 

-¿Ya eres capaz de explicarle a tu mecánico la mejor manera de conseguir unos settings perfectos?

-Llevo pocos años y, la verdad, es que cuesta. De motor controlo, sé rápido cuando falla y cuando las cosas no van como tendrían que ir, pero ya es más complicado lo de las suspensiones. Antes no sabía explicar qué le pasaba a la moto. Era mi padre el que lo hacía todo sin ser mecánico, por lo que le agradezco muchísimo que haya hecho un curso de mecánica tan rápido (ríe)… A base de horas y horas e investigar mucho, al final sabíamos si la moto tenía algún fallo, o no.

 

-El día a día de Álex, ¿cómo es?

-Es sacrificado, la verdad, pero cuando haces lo que te apasiona no hay problemas. De 8.30 horas a 14.30 horas voy al instituto y luego también hago clases dos horas por las tardes, por lo que tengo que buscar horas para entrenar físico y sacar el máximo rendimiento. Un día entre semana acostumbro a coger la moto, ya sé que es menos de lo que hacen mis compañeros de parrilla, pero es lo que hay. Si no hay carrera, pues entreno a tope los fines de semana.

Alex Gamboa

 

-¿Y los amigos?

-Les ha costado entender que soy piloto, pero ya está superado, lo han entendido. Me llaman para salir y yo nunca salgo, hay que descansar para levantarse al día siguiente e ir a entrenar. Lo de trasnochar está totalmente de lado. Yo tengo muy claro que quiero llegar a lo más alto y tengo que tomar decisiones…

 

-¿Y las chicas?

-Están, están… en el instituto hay muchas horas, no hace falta salir de noche para estar con ellas.

 

-¿Recibes apoyo por parte de los profesores? Cuando sales al Europeo debes perder clases que luego tocará recuperar…

-Mis profesores son muy amables, entienden la situación y siempre me preguntan cuando tengo carreras para buscar una planificación diferente para explicar las cosas o antes o después y cambiar también los exámenes. No puedo tener ninguna queja de ellos.

 

-¿Qué esperas de la temporada 2017?

-Clasificarme en alguna prueba del Campeonato de Europa, continuar en el proceso de aprendizaje y en el Nacional estar a final de curso entre los tres primeros.

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