¿La gente está reaccionado de manera exagerada a las actuaciones de Eli Tomac en las seis últimas citas del AMA Supercross 2024? Tal vez; pero es un indicativo del panoramal actual. El nivel ha subido hasta un punto en el que los puntos débules quedan al descubierto. Ahora mismo hay siete pilotos capaces de ganar este título. La paridad no tiene precedentes y eso significa que el más pequelo de los errores puede costar caro.
Texto: Lewis Phillips
Los desafíos y adversidades a las que se ha enfrentado Tomac están bien documentadas. De hecho, es importante reconocer que es todo un logro que esté en la línea de salida. Una rotura del tendón de Aquiles no es poca cosa, es una lesión temida en todos los ámbitos de la vida. ¿Significa esto que el deporte debe celebrar su participación y evitar las críticas? El propio Tomac ha dicho que el tendón de Aquiles está bastante recuperado y que no es un obstáculo. Parece que darle un “pase libre” es todo lo contrario de lo que él desea y se consideraría un insulto. Para él, todo sigue igual.
Es tan dudoso que sus últimas actuaciones le hayan sentado bien, basándose en esa información, que la presión debe estar aumentando a medida que se acerca la séptima prueba de la temporada. 17 puntos no es un déficit tan grave, pero es significativo si se tiene en cuenta que no es el más rápido de los aspirantes al título. De hecho, no está ni cerca de serlo. Detroit fue una anomalía y culpó a los calambres o el denominado “Arm pump”. Glendale fue una mejor indicación de su nivel actual y si bien no fue un desastre, fue una actuación anónima sin ningún atisbo real de esperanza.
Anaheim 2 fue donde el mundo fue testigo de lo que Tomac puede hacer con una buena salida. La carrera final de la Triple Corona fue la prueba de que todavía puede dar lo mejor de sí mismo, y hay muchos expertos que se apresuran a señalarlo cada vez que surgen críticas. Sin embargo, hubo más que esa única carrera en Anaheim 2, y lo que ocurrió antes de ese triunfo es lo más alarmante. Tomac empezó fuera de los diez primeros, fue adelantado por Chase Sexton y se vio impotente para detener los avances de su competencia. La mejor manera de describirlo es que, al igual que en Glendale, se quedó “ahí fuera” sin poder hacer gran cosa.
Ignoremos los resultados, el pilotaje en sí mismo es motivo de alarma. No hay indicios de que esté a punto de cambiar de rumbo. ¿Quizás el fin de semana libre le ha ayudado a resolver algunos problemas y Arlington será el verdadero comienzo de su temporada? Lo positivo de este punto de debate es que 17 puntos no son el fin del mundo, como ya se ha dicho, así que no todo está perdido. Sin embargo, esto sólo pone más énfasis en la carrera de este fin de semana. Es extraño afirmar que Tomac tiene que subir al podio en Arlington, pero es necesario para mantener algún tipo de ventaja sobre sus competidores.
Han pasado suficientes rondas como para que ahora no haya duda de que sus rivales no le temen tanto como años atrás. “Estaba aprendiendo cómo fluye y dónde puede estar su punto débil”, comentaba Jett Lawrence al relatar su batalla con Tomac en Glendale. “Fue genial seguirle. Obviamente, hoy en día no es exactamente la misma bestia que solía ser. Pero sigue siendo Eli Tomac y fue genial seguirle. Aprendí de él. Me esperaba una batalla, pero fui capaz adelantarle sin problemas.”
¿Qué pasará si en Arlington vuelve a tener un mal resultado? La presión aumentará de cara a Daytona, que será una victoria obligada para él, sea cual sea el panorama del campeonato. Si Tomac fracasa en esa pista, será imposible escapar a las críticas. Es ridículo siquiera imaginarlo. En pocas palabras, estas dos próximas semanas son de vida o muerte. Hay que tener en cuenta que el ecuador del campeonato está a la vuelta de la esquina y está claro que el “modo bestia” es ahora más necesario que nunca por una multitud de razones.
