Durante mucho tiempo, el freestyle se convirtió en una disciplina que no podía faltar en ninguna fiesta mayor de nuestra geografía. Ahora, poco a poco se va profesionalizando con eventos como el Reb Bull X-Fighters. Pero si echamos la vista atrás 15 años, cuando el freestyle apenas comenzaba, una de las primeras personas en probar esto fue Edgar Torronteras.
Muchos ya lo daban por acabado, pero Egdar ha renacido, y se puede decir que ahora está en uno de sus mejores momentos. Estuvimos con él durante el Freestyle Master de Barcelona para hablar un poco de su pasado, presente y futuro.
Onboard Magazine: Un cambio radical en la vida de Edgar Torronteras; vuelves a estar en forma, te acabas de casar…
Edgar Torronteras: Normalmente, a medida que pasa el tiempo uno tiene que reciclarse, y poco a poco todo va cambiando. En mi caso puede que el cambio sea aún mayor, porque al ser el que comenzó toda esta movida y con todo lo que llevo vivido en lo alto, ves que la gente evoluciona y piensas: “¿Qué hago?, ¿me lío a evolucionar más?…”. Tengo 32 años y me gusta vivir la vida, en el sentido de estar vivo, que es lo único que quiero. Me acabo de casar, quiero tener un hijo y solo deseo estar tranquilo. Realmente, monto en moto por placer y no me siento obligado a tener que esforzarme mucho más porque los demás hagan más. Yo quiero tranquilidad y diversión encima de la moto, no obligaciones.
OM: ¿No hace demasiado tiempo muchos daban por acabado a Edgar Torronteras?
ET: Mucha gente lo que dice es: “¿Dónde está Torronteras? ¿Está saltando, se ha retirado…?”. Yo nunca me he retirado de las motos, nunca en mi vida. Lo único que pasa es que cuando la gente no me ha visto es porque he estado lesionado, y ahí no hablo con nadie. De todos los errores de mi vida, si algo he aprendido, es que tengo que hablar menos. Muchas veces te entran ganas de hablar y explicar cosas que te han pasado, pero todo lleva a un marujeo y al final es como “Salsa Rosa”. Entonces, la gente ahora me ve aquí en 2012, en Barcelona, París, los X-Games, y se pregunta dónde he estado. Pero la verdad es que nadie viene a casa y ve lo que yo entreno. Ahora ven que estoy arriba, pero es normal, porque siempre he sido una persona luchadora y me gusta estar arriba. Lo único que pasa es que tal vez yo sepa tener una balanza en mi vida y saber cuál es mi límite. Yo sé llegar hasta allí y me gusta volver a casa sano y salvo, con mi mujer, y poder ver juntos la tele, y el día de mañana, cuando tenga un hijo, poder estar con él y explicarle que papá ha montado en moto y se lo ha pasado superbién. Y si él me pregunta que por qué no he ganado, le diré que yo soy inteligente porque cuando ya tienes una edad tienes que ser inteligente. Puedo hacer muchas locuras, como han hecho otros de mi edad que ya están todos retirados, pero ahora tengo que pensar mucho en el futuro. Ahora soy el abuelo que corre con los niños.
OM: ¿Cómo perjudicó tu carrera la llegada del backflip?
ET: Yo creo que no la perjudicó en absoluto. Cuando tuve que hacer el backflip lo hice. Pero es lo que yo digo, la gente es adivina, la gente habla por hablar, la gente no ha estado en mi casa. Cuando se comenzó a hacer el backflip pasaron muchas cosas. A mí me sancionaron por dar la cara por los demás, y esto se juntó con una lesión muy grande en la que me rompí los dos pies y perdí un testículo. Esto fue muy duro para mí, y más porque solo tenía veinte años. En cuatro años tuve cinco lesiones. Por esa razón me tiré casi un año sin montar en moto, y en un año la gente evoluciona mucho. Entonces, yo tardé, pero cuando volví a montar en moto lo hice. Y encima lo hice haciendo cosas que los demás no hacían.
Ahora mismo no quiero arriesgar nada, yo hago todos los saltos en la piscina, para divertirme y ya está. Si quieren que lo haga en tierra, que venga un sponsor y que pague; por ahora a mí me pagan lo mismo. Si es para subir el ranking, que venga un sponsor que pague y subiré el ranking. El día que me paguen un dinero como Dios manda ya evolucionaré más.
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