Decir que Eric Augé vive por y para el enduro no es descubrir nada nuevo. Su estructura, WP Eric Augé, es referencia mundial en el EnduroGP y un auténtico salvavidas para decenas de pilotos en pruebas como los ISDE o la temida Red Bull Romaniacs. Pero este verano, además de estar cuidando a los suyos, Eric decidió meterse en la boca del lobo… ¡como piloto! Sin entrenar, con más corazón que preparación, consiguió terminar la Romaniacs, la carrera de hard enduro más dura del planeta en la categoría Bronce.
En Onboard Magazine hemos charlado con él para que nos cuente en detalle su historia en Rumanía, además de analizar los motivos que han llevado a convertir WP Eric Augé en una de las principales referencias mundiales en cuanto a servicio e infraestructura en los mayores eventos del enduro y hard enduro.
1. Eric, finisher de la Red Bull Romaniacs y sin entrenar. ¿Se puede saber en qué momento se te pasó por la cabeza que era buena idea apuntarte a semejante locura?
En 2009 corrí el Dakar como copiloto de Isidre Esteve y fue una aventura muy grande, un reto que conseguimos con mucho sudor. Lo llegamos a pasar realmente muy mal. Simplemente creo que era el momento de vivir otra aventura y de superar un nuevo reto, de vez en cuando necesito embarcarme en odiseas como esta para darle un poco más de emoción a la vida, y te puedo asegurar que lo conseguí (ríe).

2. Dicen que la Romaniacs es la carrera de hard enduro más dura del mundo. ¿Crees que es así? ¿Qué fue lo más bestia que viviste allí?
Sí, puedo certificarlo. Es la carrera más dura del mundo de hard enduro, sin duda. Lo más bestia fue el último día, por la mañana empecé con muy buena energía y, cuando llevaba 10 minutos de rally, ya estaba muerto, no tenía fuerza para nada, el día se me hizo interminable y eso que solo tenía 160 kilómetros. Fueron los más duros de mi vida, me quedé sin agua en el camelback a 50 kilómetros del service point, llegué deshidratado, paraba en todos los sitios donde podía conseguir agua, en el segundo control me volví a quedar sin agua… ¡fue una auténtica tortura!
La gente habla mucho de las subidas, que claro, hay algunas que impresionan, pero donde más sufres es en las bajadas. Tienen una pendiente brutal, empiezas a bajar pero no sabes cómo llegarás abajo, porque apenas puedes frenar la moto. Los cuádriceps sufren muchísimo y hay momentos en los que la cosa se pone seria de verdad.

3. Muchos entrenan meses para terminarla, y tú fuiste ‘a pelo’. ¿Hubo algún momento en el que pensaste: “aquí me bajo, no llego”?
Precisamente ir sin entrenar es lo que hace que el reto sea mucho mayor, pero no pensaba que fuera tan duro. Llegué al primer service point del primer día con las manos destrozadas y el culo que ya no me podía ni sentar. Mi cabeza me dijo más de un millón de veces, ¡qué coño haces aquí, vamos para casa, vamos al camión y que corran los otros! (ríe).
Lo peor fue que en la prólogo tuve una caída fuerte y me dañé la muñeca y la rodilla, pero no fui al médico por miedo a que no me dejaran correr. Cuando llegué a España, me hice resonancias y radiografías y al final resultó que corrí todos los días con el radio de la muñeca derecha fracturado, un gran edema óseo y un esguince en el ligamento lateral interior de la rodilla izquierda. Pienso que, sin este contratiempo, lo habría incluso disfrutado, porque me privó de mucho.

4. Si mañana viniera un piloto y te dijera: “Eric, quiero hacer la Romaniacs”, ¿qué consejo rápido le darías?
La verdad es que, tras lo de este año, ya me han venido muchos (ríe). Básicamente mi consejo pasa por decirles que, un año antes de la carrera, deben empezar a rodar, aunque solamente sea para que el cuerpo se acostumbre, nada más. Sumar horas y entrenos para que las manos tengan las duricias, el culo esté acostumbrado y el cardio esté a tono para aguantar jornadas consecutivas de 7 horas sobre la moto.
5. Ahora que ya lo has sufrido en tus propias carnes, ¿volverías a la Romaniacs… o la tachamos de la lista para siempre?
Sin entrenar no vuelvo en la vida, ¡nunca más! Mi cuerpo pasó el límite en varias ocasiones, pero no descarto volver a intentarlo si en el futuro encuentro la manera de poder entrenar al menos 6 meses antes de la carrera. Tengo algo pendiente por demostrarme a mí mismo, porque creo que puedo estar entre los 20 primeros, soy muy competitivo y algo me ha quedado dentro. Me gustaría volver cuando cumpla los 50 para que el reto sea aún mayor.

6. ¿Podríamos decir que ‘haber sudado la camiseta’ en pruebas así es uno de los mayores valores de WP Eric Augé?
Seguramente lo sea. Al final llevamos la competición grabada en el ADN, yo mismo la viví intensamente en mi época de piloto, al igual que todo el equipo, que cuenta con un gran bagaje en el mundo de la competición offroad. Así que, en WPEA, entendemos las carreras, sabemos qué necesita el piloto para afrontarlas, qué es lo que se puede encontrar y tenemos la capacidad para ofrecerle las soluciones que necesita. Si a la teoría, además, le añades experiencia práctica, el conocimiento es mucho más amplio y el servicio que puedes ofrecer, mucho más certero.
7. Y mientras estabas dejándote el alma encima de la moto, tu estructura también estaba allí, dando servicio de asistencia a los clientes. ¿Cómo se compagina sufrir como piloto y, al mismo tiempo, no perder de vista las gestiones como máximo responsable de la estructura?
Tengo la gran suerte de contar con un staff extraordinario, son muy profesionales y se puede confiar en ellos al 100%. Mientras estaba en la carrera solo pensaba en el resto de pilotos a los que dábamos servicio cuando venía algún tramo exigente y me preguntaba cómo lo iban a afrontar. En cuanto a logística, no le dediqué ni un momento porque confío plenamente en todo mi equipo. Eso sí, al quitarme el casco al final de cada jornada, luego sí que conjuntamente gestionábamos todo lo que había que gestionar para el día siguiente.

8. WP Eric Augé ya es una clara referencia en el Mundial de EnduroGP, pero a la vez también es un imán para pilotos que quieren competir en la propia Romaniacs o en los ISDE. ¿Cómo has conseguido crear esa dualidad tan potente?
Yo creo que siendo muy transparentes y dando un servicio muy profesional. Sinceramente, creo que en estas carreras damos un servicio como el que puede recibir cualquier piloto Factory, y obviamente, también ayuda la experiencia de tantos años en el mundo de la competición. Para ofrecer un buen servicio también necesitas un buen grupo de mecánicos, y creo que contamos con los mejores y más profesionales. El objetivo es que el cliente se sienta como el mejor piloto Factory, no le puede faltar de nada, y el boca a boca es la mejor publicidad. Yo ya había participado como piloto en ediciones de los ISDE hace 25 años, y ahora, habiendo completado la Romaniacs, he ganado una experiencia muy valiosa también en esta carrera. Esto me ayudará a aconsejar mejor a los pilotos, les podré asesorar con mayor precisión, decirles lo que les va a pasar y cómo lo tienen que afrontar, es un extra intangible que, sin embargo, es una de nuestras mayores virtudes.

9. En los ISDE de este año habéis tenido a más de 30 pilotos bajo vuestra estructura. ¿Cómo se gestiona una logística tan compleja?
¡Nos gustan los retos! Este año ha sido el récord hasta el momento, con 33 pilotos bajo nuestra supervisión. Llevábamos ya varias ediciones con números similares, pero no como en esta ocasión. Sin embargo, todo salió perfecto, todo el mundo acabó muy contento y no hubo fallos. Obviamente siempre hay cosas a mejorar, pero recuperando lo comentado anteriormente, la clave está en entender la carrera, en conocer las necesidades de los pilotos y en avanzarte a todas las eventualidades que puedan surgir.
10. ¿Qué es lo que ofrece WP Eric Augé para que, temporada tras temporada, cada vez haya más pilotos interesados en afrontar estos desafíos respaldados por tu estructura?
Que cada año intentamos aportar cosas nuevas al equipo, tanto a nivel de infraestructura como de servicios hacia el piloto.
11. Seguro que recibes feedback muy variado de los pilotos: desde el que te explica cada detalle técnico, hasta el que solo dice “la moto va bien”. ¿Se podría decir que toda esta información os ayuda, a ti y a tu equipo WP Eric Augé, a ser a aún más certeros en la puesta a punto de las suspensiones?
A los pilotos jóvenes les va todo bien y no tienen muchas manías, dicen poca cosa, pero también contamos con la experiencia de saber lo que les funciona. Los más veteranos siempre tienen más conocimientos y te dan más información. En nuestro caso, es de mucha ayuda trabajar con información que nos llega directa de fábrica, con los contactos que llevo con KTM de todos los años, que son ya más de 20.
12. A grandes rasgos, en qué se diferencian los preparativos para afrontar una prueba del Mundial a, por ejemplo, unos ISDE? Diferentes pilotos, diferentes necesidades…
Una carrera del Mundial es, al final, una carrera convencional de enduro de toda la vida. Contamos habitualmente con 8 o 10 pilotos, lo tenemos todo muy por la mano, las motos ya llegan hechas del taller y prácticamente no hace falta trabajar en ellas. En cambio, en los ISDE, también vienen preparadas, pero el tema es que cuando llegan los pilotos, habitualmente hay quien quiere montar cosas suyas, otros quieren poner cosas nuestras, etc. Otro factor diferencial es la cantidad de pilotos, ya que en eventos como los Seis Días pasamos a tener 30 o 33 pilotos, lo que implica administrar mucho más repuesto, una gestión mucho más compleja de los controles horarios, el working area, el pre finish… todo multiplicado por 4.
13. De todo lo que has vivido últimamente, ¿qué te enorgullece más: ser finisher de la Romaniacs, haber ubicado WP Eric Augé como un equipo puntero en EnduroGP en apenas 4-5 años, o ver a tantos pilotos confiar en tu estructura para los ISDE?
Las tres cosas me ponen contento y las tres son totalmente diferentes. Hacer un equipo de EnduroGP consiguiendo subcampeonatos del mundo con Jaume, podios con los juniors… y siendo un equipo privado, está muy bien. Tener esta estructura en los Seis Días, con tantos pilotos amateurs y algunos de profesionales, también, nos encanta ver que la gente confía en nosotros y están a gusto, aparte de poder darles un servicio muy top. Y por último, y por mi parte, terminar la Romaniacs fue una satisfacción increíble que ya queda marcada de por vida.






































































