El piloto español Alexandre Bispo está afrontando su segunda edición del Dakar. Si bien se le atragantó la dura quinta etapa, como a otros participantes, sigue en carrera en la denominada Dakar Experience, al no poder llegar a tiempo en esa fatídica quinta jornada.
Su historia es sensacional, pues su objetivo en esta edición es el de “reunir un crowdfunding para intentar reunir un euro por cada kilómetro de recorrido y así donar 7500 euros para una asociación de niños con cáncer”.
Y es que desde muy pequeño mostró afición por las dos ruedas, pero a los 9 años un hecho cambió su vida. Al contraer leucemia debió sufrir hospitalización durante dos años. Cuando logró recuperarse a los 17 pudo tomar parte de la tradicional Enduropale de Touquet, carrera que este año ya se ha visto cancelada por la pandemia por Covid-19.
Su debut en el Dakar saudí en 2020 fue una experiencia difícil. Se cayó varias veces, llegaba de noche al vivac y en la etapa 3 cuando se encontraba algo perdido, fue ayudado por Fernanda Kanno y Alonso Carrillo que lo guiaron de vuelta al campamento. Así inició la etapa 4 casi sin dormir y al día siguiente en la 2º neutralización, cuando caía el sol, se vio forzado a abandonar. Sin embargo Alex no se rinde. Ha vuelto en 2021 en la misma categoría Original by Motul con el propósito de llegar al final, pero además se propone llevar adelante un proyecto de crowdfunding que beneficia a una Asociación de niños afectados de cáncer.
“El Dakar me resultó muy duro, mental y físicamente. Los primeros días eran como una zona de trial de mucha piedra y sufrí algunas caídas. En una de las etapas debí hacer 400 km de noche para llegar al vivac. Al final, me di cuenta que es la mejor aventura que he vivido. Te das cuenta cuán pequeño eres para la carrera. La experiencia te hace cambiar, te hace crecer”.
Sin duda, superación y solidaridad en una gran persona y piloto.
