Pablo Lara volverá a ponerse tras una valla de salida después de aquellos fatídicos entrenamientos cronometrados en Calatayud de mayo. Hace de eso cuatro meses, cuando sufrió varias lesiones en sus extremidades inferiores que dieron al traste con su evolución en el Campeonato de Europa. Ese frenazo de actividad propició que se perdiera seis carreras del certamen continental, es decir, la mitad de la temporada, a la vez que no pudo estar en el Mundial Júnior de Francia.
Sin embargo, pese a que en la quinta ronda del Nacional de 125cc no pudo puntuar mantiene su liderato, eso sí, con solo dos puntos de renta sobre el segundo clasificado, Samuel Tapia, y cinco más que el joven Jordi Alba, que pisa a fondo en la tercera posición.
«Me caí en el triple de izquierdas antes de la zona de Best Whip, hice largo y a consecuencia de ello y tras varias exploraciones médicas se vio que me había roto, en el pie izquierdo, el astrágalo, el cuboide y tenía una pequeña fractura de tibia y peroné. Y en el tobillo derecho tenía un esguince de tercer grado», nos explica momentos antes de comenzar uno de los últimos entrenamientos de la semana antes de viajar a Alhama de Murcia, donde el sábado y el domingo se disputará la sexta carrera del Nacional de Motocross Elite.
A partir de ese momento comenzó su recuperación en Fisio Reydes y volvió a los entrenamientos hace un mes y pocos días para preparar las carreras de final de curso.
Respecto a la gran parte de la temporada que se ha perdido, Lara admite que «me dio mucha pena. Tenía muchas ganas de ir a todas esas carreras y en especial a la de Lommel, pero este deporte es así y hay que mirar hacia delante siempre. Ahora me encuentro fuerte y con ganas de afrontar lo que nos queda de año».
Sin duda, su regreso significará un extra de calidad en las siempre reñidas mangas de 125cc.






































































