Jorge Prado cerró la sexta ronda del AMA Pro Motocross con un prometedor sexto lugar en la general (7-5) tras una actuación sólida en Red Bud, donde lideró buena parte de la segunda manga y dejó en claro que, poco a poco, el trabajo empieza a dar frutos. Más allá del resultado, el piloto de Monster Energy Kawasaki valoró positivamente los avances realizados durante la semana previa y aseguró que por fin han encontrado una base sobre la que empezar a construir.
“Esta semana hicimos un buen trabajo en la moto, cambiamos algunas cosas y creo que ahora estamos creando una especie de base. Todavía queda trabajo para sentirme más cómodo, pero los pequeños pasos hacen la diferencia. Hoy no rodé perfecto, pero hice todo lo que pude. Fue bueno liderar la segunda manga, creo que lo hice hasta casi la mitad. Estoy acostumbrado a estar al frente, y esta vez pude sentir que puedo sacar lo mejor de la moto y manejarla más como quiero”.

En la segunda manga, Prado tuvo una gran salida y se posicionó en cabeza desde los primeros metros, liderando los primeros 15 minutos de carrera. Aunque el desgaste y algunos ajustes aún pendientes le impidieron mantener el ritmo de los puestos de honor hasta el final, el español logró mantenerse en el Top 5 y sumar su mejor resultado desde Hangtown.
“Cada vez que intentaba ser creativo con las líneas, luchaba un poco. Sabemos que todavía queda trabajo por hacer, pero estamos progresando. Estoy contento con el equipo y el esfuerzo que hacen. Siempre están empujando para darme lo mejor”, señaló.
De Thunder Valley a Red Bud: un salto cualitativo
La comparación con rondas anteriores no deja dudas: hay avances. Prado, que venía de una jornada complicada en High Point y un abandono en Thunder Valley, valoró especialmente el progreso técnico logrado en tan poco tiempo.
“Es un paso enorme en todo lo que tiene que ver con la moto: motor, suspensiones, todo. Y creo que todavía podemos seguir mejorando. Espero dar otro paso en la siguiente prueba y seguir trabajando sobre este paquete que tenemos ahora”.

Uno de los elementos clave en esta evolución ha sido el rol de Chad Reed, quien está colaborando de forma estrecha con Prado en su aventura americana.
“Él está ayudando mucho, especialmente en la comunicación con el equipo. Entiende cómo me siento y eso se notó este fin de semana, en parte gracias a él. Creo que hacemos un buen equipo. Soy nuevo para ellos y ellos para mí. Aún tienen que entender exactamente lo que quiero, y eso no es fácil. Pero es cuestión de tiempo para llevar todo a la dirección correcta y estar luchando más arriba”.
Con la moral en alza y la sensación de que se ha desbloqueado un punto de inflexión técnico, Prado encara la segunda mitad del campeonato con optimismo renovado. Si las piezas siguen encajando, el gallego podría estar cada vez más cerca de los cajones de honor.







































































