El Gran Premio de Uddevala vivió una de las jornadas más trépidantes del año, donde Romain Febvre (Kawasaki KRT) firmó una de las actuaciones más importantes. El francés vivió un fin de semana soñado: tres victorias incontestables que no solo lo consagran como el gran dominador de la cita, sino que también le permiten ampliar su ventaja en el campeonato hasta los 41 puntos, cuando restan apenas cuatro Grandes Premios por disputarse.
De la presión al alivio:
Hace apenas dos semanas, la tensión se palpaba en MXGP: Lucas Coenen, con tres victorias consecutivas, había reducido la diferencia a un peligroso margen de solo 9 puntos. Pero en Suecia, el guion cambió drásticamente.




Mientras Febvre rozó la perfección con tres holeshots y un dominio absoluto tanto en la carrera del sábado como en las dos del domingo, el joven belga de KTM sufrió un fin de semana para el olvido: salidas complicadas, y una caída en la segunda manga dejaron 6° en la manga del sábado y 7-12 el domingo, que lo relegaron al 8º puesto en la general. De ser la gran amenaza, pasó a quedar herido en la clasificación con una desventaja que ahora parece una montaña: 41 puntos.
«La verdad es que no tengo nada que decir sobre este fin de semana: solo malas salidas y mala suerte. Eso es todo. Lo intentaremos mejor la próxima», confesó un frustrado Coenen.
La perfección en el momento justo:
Consciente de lo que estaba en juego, Febvre no dejó nada al azar.
“Hoy hice dos holeshots; siempre es más fácil tener la pista libre al frente. He estado buscando un fin de semana perfecto toda la temporada y aquí todo salió bien. Es fantástico lograrlo ahora que entramos en la recta final. Esto fue muy bueno para el campeonato, pero no se acaba hasta la última ronda, así que debo mantenerme en forma hasta el final.”

Isak Gifting, el héroe local
Si Febvre fue el dominador del fin de semana, el corazón de la afición sueca tuvo un nombre propio: Isak Gifting. El piloto privado de JK Yamaha rozó la gloria en la segunda manga, donde llegó a liderar en la última vuelta ante la locura de su público. Sin embargo, un error a escasas curvas del final lo privó de una histórica primera victoria en manga en MXGP.


“La segunda manga fue más estresante”, confesó Febvre. “No sabía dónde estaba Lucas, pero sí que los cinco primeros rodábamos muy juntos. De repente vi una Yamaha, escuché el rugido del público y supe que era Isak. Fue a por todas en la última vuelta y tenía una trazada muy buena. Aun así, cometió un error y me devolvió la victoria. Me quito el sombrero ante él, lo dio todo.”
Rumbo al tramo final:
Con solo cuatro rondas restantes, Febvre ha transformado la presión en autoridad. Su ventaja ya no es mínima, es sólida. Sin embargo, en motocross nada está escrito hasta la bandera a cuadros. Arnhem, Turquía, China y Australia decidirán si este fin de semana en Suecia fue el inicio del paseo triunfal hacia su segundo título mundial tras diez años de sequía, o simplemente el respiro antes de un nuevo contraataque de Lucas Coenen.






































































