Coenen vs. Febvre: Duelo de titanes en la arena de Lommel

Lucas Coenen Lommel 25 3

Apenas nueve puntos separan a Romain Febvre y Lucas Coenen en la clasificación del Mundial MXGP. Una cifra mínima tras la batalla librada en Lommel, un circuito donde la arena es tan traicionera como icónica, y donde el motocross belga tiene sabor a épica. Con cinco Grandes Premios por disputarse, la pelea por el título ha entrado en una nueva fase, más intensa y personal.

Frente a su público, el joven belga sumó su tercera victoria consecutiva y la quinta de la temporada, consolidando una forma envidiable. Del otro lado, Romain Febvre no se dejó intimidar: el piloto de Kawasaki extendió su racha a 14 podios consecutivos, y aunque ganó una manga el domingo, volvió a ceder 1 punto frente a un rival cada vez más peligroso.

El fin de semana comenzó con la manga clasificatoria del sábado, donde ambos protagonizaron una remontada paralela desde fuera del top 10. Coenen cruzó primero, con Febvre justo detrás. Un prólogo vibrante de lo que estaba por venir.

La primera manga del domingo fue un ajedrez a toda velocidad. Febvre tomó el control desde el inicio y resistió el asedio constante de Coenen, que atacó en varias ocasiones pero no encontró el hueco. El francés supo cerrar todas las puertas y mantuvo el liderazgo hasta la bandera a cuadros.

“Tuvimos una buena pelea en la primera manga. Intenté adelantar varias veces, pero no lo conseguí”, comentó Coenen. “Romain pilotaba muy bien”.

En la segunda carrera, el guion se invirtió. Coenen, encendido, sorprendió a Febvre en la vuelta 9, lo superó en un sector clave y comenzó a abrir brecha. El francés intentó seguirlo, pero el ritmo del belga fue inalcanzable. La victoria fue para Lucas, que celebró como si fuera la primera ya que ha significado un paso más hacia la placa roja.

“Simplemente me entregué por completo. Disfruté de cada momento. Es la mejor victoria que he conseguido”, confesó el piloto de Red Bull KTM.

El duelo entre ambos va más allá de los puntos. Es también un choque de generaciones, estilos y contextos. Febvre, experimentado y cerebral, administra la temporada con precisión quirúrgica. Coenen, joven y explosivo, corre con el corazón en la mano aunque con una sorprendente actitud, digna de un veterano.

“Sabía que Lucas lo intentaría todo aquí”, admitió Febvre. “Era más rápido que yo en dos sectores, pero no entendía por dónde iba. Cuando me pasó, traté de seguirlo, pero se fue muy rápido”.

Pese a ceder terreno, Febvre no se inmuta. Solo perdió un punto en Lommel y se muestra optimista: “Me gustan los circuitos que quedan. Mantengo la confianza”.

La tensión en la cima del campeonato es palpable. Coenen está en su mejor momento y el calendario aún ofrece trazados arenosos que le favorecen. Febvre, por su parte, tiene la regularidad como gran aliada y experiencia para resistir la presión.

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